LEER MÁS LEER MÁS Netflix y Disney+: choque de titanes Netflix, con más de 200 millones de usuarios a nivel mundial, es el patriarca del negocio. Sus contenidos exclusivos son el plato fuerte de su catálogo que, aunque es generalista, tiene al espectador adulto como target principal. A ese público objetivo lo satisface fundamentalmente con series y películas, algunas ya convertidas en producciones de culto. No han sido pocas las plataformas que han intentado destronar su liderato, pero ya con una década de historia en la que ha sabido construir un nicho, la primera que realmente comienza a emerger como amenaza es Disney+. Con solo un año en el escenario del VOD (Video on Demand), la plataforma de Mickey Mouse ha recapturado a su público de siempre, que algunos medios definen como “Las 3 F”; a saber: freakys, familias y fans. La estrategia con la que logró sobrecumplir su meta de usuarios se basó en trasladar su “mundo mágico” al escenario del streaming ofreciendo un catálogo soñado, un paquete más económico y la promesa de dar por ese medio muchos más contenidos exclusivos. La pelea es de tú a tú entre dos gigantes con experiencias complementarias. Netflix le apuesta a su conocimiento a profundidad del negocio del streaming, en tanto es la única empresa dentro del abanico que se dedica únicamente a esta ventana; mientras que Disney trae su larga experiencia en el mundo del entretenimiento y en la producción de blockbusters. Este choque se evidencia en sus estrategias de marketing. Mientras Netflix invierte millones en campañas OOH y de marketing digital promocionando sus producciones y estrenos, Disney+, cuyos contenidos son archiconocidos y no necesitan presentación, prefiere mostrarse a través del branded content, con una marca que ha tenido prestigio por generaciones y que despierta gran sentimentalismo en su público cautivo. Es así como Netflix deja brillar sus contenidos propios con ostentosas intervenciones del espacio público, como los carteles de gran formato de Narcos dispuestos en la Puerta del Sol en Madrid, o los espejos dedicados a la inexistente nueva temporada de Black Mirror, en Londres. Disney+, por su parte, usa a sus princesas, sí, y también al Baby Yoda de The Mandalorians, pero en primer plano siempre posiciona su branding indiscutible: el castillo de Cenicienta y Campanita agitando su varita mágica, en un alarde de su poderío como marca global. Y la arremetida de Disney+ no para. Esta plataforma, enfocada en el público familiar, entrará a competir este año más directamente con Netflix y el resto de sus rivales al incorporar el servicio Star, que en América Latina se llamará Star+, y que sumará el menú de otras plataformas propiedad de Disney, como Hulu, ESPN+ y toda la programación de FOX, entrando en el terreno del público adulto. Netflix y Disney+: choque de titanes Fuera del cara a cara Netflix vs Disney+ se encuentran otros dos gigantes que también defienden su trozo de pastel: Amazon y HBO. Con ellos se presenta un escenario similar: el primero, con Prime Video, asume un marketing enfocado en la marca; y el segundo se mantiene a la ofensiva haciendo publicidad con sus producciones exclusivas gracias a un prestigio ganado por décadas. Prime Video, con producciones que han logrado notoriedad con series como The Boys o Mozart in the jungle, apunta más bien al branded content, con piezas que buscan dar a conocer su marca por encima de sus contenidos específicos. Un ejemplo es la campaña “Di hola”, que lanzaron en 2020 en países de América Latina para promover su servicio. HBO, por su parte, tiene el tercer lugar en cifras globales. A diferencia del resto de las plataformas, su servicio de streaming está segmentado y no es uniforme en su identidad. Este gigante del audiovisual cuenta con HBO Max, HBO Now y HBO Go. En América, a partir de este año mutará de HBO Go a HBO Max, trayendo consigo todo un cambio de imagen corporativa, dada su fusión con Warner Media. Esto le aportará gran valor a su carta de contenidos, con producciones tan icónicas como la serie Friends, que ya fue retirada de Netflix. Esta casa, que ostenta en su catálogo producciones taquilleras como Los Soprano o Juego de Tronos, en 2019 se atrevió a ir de frente contra su principal competidor, con su campaña Recommended by humans (Recomendado por humanos), en la que criticaban sin empachos al algoritmo de Netflix que sugiere de forma automatizada contenido a sus usuarios. Otras plataformas como Apple+, Filmin y Pluto TV también entran en la jugada, y este año se asoman nuevos competidores como Paramount+. Ganan las audiencias, que tienen cada vez más para elegir. Y en cuanto a la guerra empresarial, está para verla en maratón y desde la más cómoda butaca, porque aún le faltan muchas temporadas.