Continuar Continuar El crecimiento de las marcas con propósito en Perú es cada vez más evidente. Diversos estudios y varios casos de éxito avalan que los consumidores están dispuestos a pagar más y hablar positivamente de una marca cuando esta se compromete a lograr un verdadero cambio social o a reflejar valores que realmente representen los de su audiencia. Trasladado a la data, la preferencia se refleja en un 66% del público en general, según Kantar en 2020, lo que explica el por qué, durante años, el marketing estuvo casi obsesionado por encontrarles a los anunciantes un propósito que los hiciera poner la mira en la sociedad. Cuando esta idea empezó a calar en todos los modelos de negocio, la tendencia general fue subirse al carro de la filosofía eco-friendly, pero aunque popular, no fue la opción más fácil. Leira Navaridas, Consultora Senior de comunicación y marketing para cuentas internacionales, fue muy acertada al decir que tanto los clientes como la sociedad son muy sensibles al greenwashing o el engañoso marketing verde, siendo muy poco tolerantes a estas malas prácticas. Es entonces cuando se entendió que la única forma de salir vivo de la sostenibilidad como propósito de marca es, efectivamente, siendo verde.