Steve Jobs es considerado una de las mentes más geniales y creativas en el mundo empresarial, su legado deja importantes lecciones que toda marca debe copiar
“Ocasionalmente, surge un producto trascendental que lo cambia todo”. A menudo, Steve Jobs elogiaba con palabras precisas y un tanto proféticas sus grandes creaciones. En su mente confluían su pasión, perfeccionismo y obsesión por el control, integrados en una invaluable visión de negocio.
El cofundador de Apple disfrutó de una mente visionaria que se materializó en productos novedosos y revolucionarios, cuyo poder dimensionó en el lanzamiento del IPhone hace más de 10 años con la frase: “Hagamos historia”.
Por mucho tiempo, fue la única voz que defendió el poder de la unión del hardware y el software, lo que se convertiría en la empresa tecnológica omnisciente.
Pero entre su lista de curiosidades y anécdotas, también figuran sus habilidades de marketing, que le ayudaron a forjar su legado y que hoy protagonizan las líneas de este artículo.
La diferencia entre vender productos y vender ambiciones: el método de Steve Jobs
Acompañar al producto durante todo el proceso
Guy Kawasaki, antiguo empleado de Apple decía que “lo normal era que los encargados de marketing trabajaran con un producto basura, pintándole los labios a un cerdo. Steve controlaba tanto el producto como su campaña de marketing, no sólo lo último».
La compañía de Steve durante todo el proceso concibió campañas legendarias como la de Think Different, o el mítico anuncio del Mac emitido en una Superbowl.
Escuchar la opinión de los consumidores
El Apple II fue el resultado de lo que el propio Steve aprendió con las impresiones del público con el Apple I.
El cofundador de la empresa invirtió una valiosa cantidad de tiempo a escuchar las críticas de los clientes de la primera Mac que la compañía vendió e hizo que Wozniak diseñara su sucesor a partir de ese feedback.
Eso hizo que los ingresos por las ventas de los Mac aumentaran un 533%, doblándose cada cuatro meses.
Vender una necesidad
Steve Jobs tenía muy claro que el cliente no sabía lo que quería hasta que se lo enseñabas. El iPod o el iPhone son dos grandes ejemplos de esa estrategia, productos muy diferentes a lo que se vendía en la época que acabaron reventando el mercado.
Actitud de ganador
Los grandes ejemplos de marketing no sólo se aplican a los productos que la empresa vende. También se consideran geniales los gestos como el de Steve Jobs a la hora de contratar a John Sculley, preguntándole si quería cambiar el mundo o seguir vendiendo agua azucarada el resto de su vida.
Defiende las ideas
«Hagamos historia». Esta pequeña frase fue pronunciada por Steve nada más entrar en el escenario y presentar el iPhone original.
Una lección de marketing que se saca de esto es que, si el creador defiende sus productos, debe ser directo y duro con ellos. Intrigar al público y dejar claro que se quiere romper moldes con lo que se presenta es algo que debe hacerse desde el primer minuto.

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Tener conciencia del poder de la imagen
Steve Jobs siempre apostó por el poder de lo visual. Para ganarse las ovaciones del público en la presentación del Ipod nano, se sacó el producto del bolsillo más pequeño de su pantalón.
¿Cómo lo logró con el MacBook Air? Sacándolo de un sobre. Es mucho mejor una imagen que decir que “presentas el portátil más fino del mundo”.
Innovar constantemente
Bien decía Jobs: “la innovación distingue a los líderes de los seguidores”. Si una empresa hace una sola innovación y se apoya de ella en el resto de sus productos, automáticamente pasa de ser un líder a un seguidor.
Mejorar, sorprender e innovar constantemente es una forma de lograr que los consumidores entiendan que la marca tiene clara su visión, aunque implique diferenciarse mucho de lo que se venda en esos momentos.
El diseño va más allá del diseño o las sensaciones que tiene con un producto.
El diseño incluye también cómo funciona, para que los consumidores recuerden cada milímetro de ese diseño y lo entiendan como lo que es: una ventaja.
Fidelizar los clientes
Cuando una empresa hace todo bien, el consumidor que compra sus productos acaba convirtiéndose en una persona que los alabará constantemente ante el resto de los consumidores.
Ser identificativo
La empresa debe lograr que sus clientes se diferencien del resto de consumidores. Los auriculares blancos de los iPod originales fueron clave como herramienta de marketing.
Algo muy semejante ha ocurrido con los AirPods. Todos los competidores están en la sombra de estos grandes movimientos de promoción.
Aprovechar del secretismo
Si una marca innova constantemente y consigue que nadie sepa lo que va a lanzar en el futuro próximo, los consumidores estarán constantemente interesados en cualquier filtración o informe de analistas que se publique por las redes.
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