En la era precovid, el Perú se encontraba en la tercera etapa y recién pasando a la cuarta; pero la pandemia volvió habitual la compra de productos perecederos y no perecederos. A ello debemos sumarle el crecimiento exponencial de la compra de productos de la categoría electro. Al no poder predecir este crecimiento, los retailers tuvieron muchos problemas, especialmente en la entrega, lo que se evidenció por medio de quejas y devoluciones que -según Indecopi- alcanzaron un récord histórico el año que pasó. Respuestas y oportunidades Pero como todo problema genera oportunidades, los retailers más maduros pertenecientes a la categoría de tiendas por departamentos (Saga, Ripley, Oechsle, etc.) lanzaron dark stores -lugares donde almacenar los productos a despachar-; implementaron click & collect para comprar en línea y recoger en tienda; y generaron alianzas con empresas de última milla y/o operadores logísticos para suplir la demanda. Además, muchas empresas acostumbradas a vender a través de centros comerciales se unieron a marketplaces, lanzaron sus ecommerce y se aliaron con empresas de logística especializadas en tiempo récord. Por otro lado, las startups, acostumbradas a tener una cultura que abraza el cambio y la incertidumbre, supieron sacar provecho de esta situación. Por ejemplo, empresas como Freshmart -dedicada a la venta de productos perecederos y no perecederos- vio un incremento del 355 % en sus ventas versus el 2019. Finalmente, no podemos terminar este artículo sin hablar de las billeteras electrónicas. Yape y Plim fueron grandes aliados de las bodegas y pequeños negocios a fin de ayudarlos en sus cobros. De hecho, Yape indicó que cuenta actualmente con más de un millón de micronegocios afiliados. Se estima que el ecommerce en el Perú continuará creciendo a un ritmo de 12 % anual hasta el 2024, por lo que, tanto los retailers que recién empiezan en el comercio electrónico como los más maduros, tendrán desafíos para ampliar su base de clientes, generar compras recurrentes, lograr eficiencias en costos, mejorar los procesos de devolución y trabajar más allá de la venta promocional. ¡La mesa está servida! Compra de productos de viajes y turismo. Compra de productos durables como electrodomésticos. A diferencia de las etapas anteriores, a partir de aquí el tema logístico se vuelve primordial. Compra de productos no perecibles como abarrotes.