La oportunidad es una característica de la publicidad.
Hasta las dos palabras riman, ¿no?
La fecha del “día de la madre”, las fiestas patrias, la navidad y otras efemérides, son fechas populares, que se celebran, y en las que ponen sus esperanzas todo tipo de negocio, comercio y personas relacionadas con ellos. Es decir, que son épocas en las que se reactiva la economía en general de nuestro país …
Dicen que “a la oportunidad la pintan calva”, o sea que no hay cabellos de donde asirla: se escapa, y si uno no aprovecha el momento, se irá para siempre.
Nos recomiendan siempre “no desperdicies la oportunidad” o si no, “oportunidades como esa, aparecen una vez en la vida”, aunque esto último, en el caso de la publicidad, se repita cada año.
La publicidad tiene que ser oportuna, llegar un poco antes y “aprovechar la oportunidad” en que esa fecha especial, se convierte en una última oportunidad para celebrarla, con un regalo, por ejemplo. Cada fecha señera se da una vez al año y la publicidad sirve de recordatorio y para “ir calentando el ambiente”.
La publicidad, lo repito. Es efímera; si bien tiene como aliada a la recordación, los mensajes tienen que ser muy atractivos y convincentes para ser buenos y efectivos.
Por esa razón incido tanto en la oportunidad, porque “la fecha es la fecha” y se puede anticipar, pero pasada lo que es la oportunidad … El “después” no existe. Para la publicidad, por lo menos, en estos casos.