La segunda inmobiliaria más grande y endeudada China no puede asumir el pago de sus deudas, amenazando con generar un problema económico a escala global. Edmundo Lizarzaburu, experto en gestión de riesgos, ofrece las claves para enfrentar este escenario.
El exministro Luis Miguel Incháustegui Zevallos aseguraba en el 2020 que China consume aproximadamente el 50 % de los concentrados de cobre que se producen a nivel global y, de esa cifra, el Perú exporta el 27 %. Es por ese motivo que la crisis de Evergrande – la inmobiliaria más grande del país asiático -, por el incumplimiento de pago de deudas podría convertirse en puntos negativos para el producto bruto interno (PBI) de Perú, de acuerdo con estimaciones Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Qué es Evergrande y cuáles son sus riesgos para la economía de Perú
Evergrande es la segunda inmobiliaria más grande de China por volumen de ventas, pero además es parte del ranking de Global 500, el medidor de las empresas más importantes del mundo. Su área de negocios no se limita a la vivienda, la compañía está involucrada en la creciente industria de los autos eléctricos, parque deportivos e incluso es el patrocinador oficial de uno de los equipos de fútbol más importantes del gigante asiático.
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Así como han crecido las áreas de negocio de la compañía asiática, también ha ido en aumento la fama de ser la más endeudada de China, con más de US$300 000 millones en pasivos. Una cifra de la cual ha incumplido con el pago de intereses por tercera vez consecutiva el pasado 21 de octubre, colocando en vilo la economía de lo que algunos consideran la segunda potencia del mundo; e incluso, amenaza con impactar países emergentes como Brasil, Chile y Perú, algunos de sus principales proveedores de materia prima.
Ante este escenario los especialistas auguran que «la potencial caída de Evergrande -a pesar de que el gobierno chino confirmó su intención de interceder-, va a impactar en las economías emergentes y generaría toda una ola que se extendería en el 2022», señaló el experto de gestión de riesgos Edmundo Lizarzaburu Bolaños. PhD en Management y Profesor investigador de Universidad ESAN.
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Lo cierto es que los efectos ya comenzaron a sentirse a nivel internacional, la misma semana en que la inmobiliaria anunció su falta de liquidez para asumir sus compromisos, el cobre cayó un 3 % en la Bolsa de Metales de Londres.
Mientras que las predicciones de Lizarzaburu son menos alentadoras, el profesor explicó que el impacto en Perú de una eventual crisis de Evergrande podría traducirse en un aumento del déficit fiscal, generando que el sector empresarial tenga menores proyecciones de crecimiento de cara al próximo año. De igual forma, esto sería palpable para la ciudadanía ante el retraso de la recuperación del empleo formal a niveles prepandémicos, primando la informalidad e incluso el súper empleo.
Cuál es el origen de la crisis de Evergrande
El origen de la crisis inmobiliaria no es reciente, por el contrario, echa raíces en el tradicional apalancamiento del sector privado a través de la generación de deudas. «La historia de Evergrande es la historia de los desafíos profundos [y] estructurales de la economía de China relacionados con la deuda» señaló Mattie Bekink, director de la Unidad de Inteligencia de The Economist en China.
Una situación que se entrelaza con la idiosincrasia de los ciudadanos chinos, donde ser propietario de tu propio hogar es una especie de «exigencia social no escrita» según Sam Lecornu, CEO de Stonehorn Global Partners. De esta forma la demanda y oferta de viviendas en el país asiático ha conseguido que el 90 % de los ciudadanos sean dueños de sus hogares, por encima de niveles de países como Estados Unidos de acuerdo con un estudio llevado a cabo por la Universidad de Albany, USA.
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El costo de este «progreso» ahora es más que evidente, ha generado una burbuja inflacionaria en el mercado inmobiliario que China ha intentado desinflar desde hace algunos años, colocando límites en la expedición de créditos para las empresas, nivelando los índices de endeudamiento con la liquidez de las compañías.
Aun así, parece que la intervención llegó un poco tarde para algunas entidades como Evergrande, que ya acumula un endeudamiento difícil de afrontar.
Qué está haciendo Evergrande para evitar el desplome
Como parte de su plan para generar posibles soluciones, Evergrande contrató en primera instancia un grupo de asesores financieros. Además, ha intentado vender -sin éxito-, su participación en algunos negocios clave como la producción de vehículos eléctricos y servicios inmobiliarios. Inclusive, intentó vender su complejo de oficinas ubicadas en Hong Kong, las cuales adquirió por aproximadamente US$ 1 600 millones en 2015.

Por su parte, el Banco Central de China inyectó US$17 000 millones en el sistema financiero, para evitar un posible desplome del mercado. Así mismo, recientemente la Comisión Reguladora de Banca y Seguros de China aseguró que el colapso no afectaría a otros mercados, tal y como han señalado otros especialistas.
Sin embargo, cualquier esfuerzo por parte de las autoridades sigue sin ser un gran estimulante para la salvación de la compañía, que continúa lejos de poder cumplir con sus compromisos.
Cómo pueden enfrentar la crisis las empresas en Perú
Ante este escenario, pese a que muchos comparan esta problemática con una nueva coyuntura mundial similar a la burbuja inflacionaria del 2008, la crisis de Evergrande podría dejar «lecciones clave» para enfrentar sus variables en el Perú. Entre ellas, Lizarzaburu asegura que es necesario para las empresas analizar al máximo sus clientes y proveedores, debido al complejo contexto geopolítico que ya está siendo agravado por la escasez de contenedores, la velocidad y diversidad con la que se abastecerá de productos el mercado será menor.
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Además, el especialista explica que si bien las campañas navideñas e incluso del día de las madres no serán «austeras, si mucho más milimétricas». En otras palabras, es necesario abastecer de forma exacta el stock de productos para no saturar la oferta, entender de forma precisa el mercado.
«En el caso de Perú aún no tenemos claro por ejemplo una posible tercera ola (COVID-19)», señala el especialista agregando que «no hay que exceder la oferta del mercado, por el contrario, hay que dimensionar el hecho de que existen variables con la fuerza para afectar no solamente nuestros negocios, también a nuestros clientes y nuestros proveedores» concluye Lizarzaburu.