Las acciones de la empresa han caído 24% este año en medio de preocupaciones sobre el nuevo Switch
La consola Switch nació en un momento complicado para la industria tecnológica, debido a la escasez de chips. Tales son los estragos que se han derivado del problema que Nintendo planea producir alrededor de 24 millones de consolas para el año fiscal actual, es decir 20% menos de lo planeado originalmente.
El diario Nikkei reseñó que pese a lo fuerte que ha sido la demanda de la consola, la compañía ha tenido problemas para obtener los semiconductores suficientes para fabricar las máquinas. La compañía tenía en sus planes fabricar alrededor al menos 30 millones de consolas.
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Los problemas que manifiesta ahora la compañía, tras un mes de haber lanzado la nueva consola, sugieren que las limitaciones de suministro podrían haber torpedeado el lanzamiento de productos más grande de la compañía en años.
Un portavoz de la empresa confirmó a medios locales que la escasez de chips está afectando la producción, agregó, que la compañía evalúa la magnitud del impacto ahora.
En mayo, la empresa señaló que su objetivo era vender 25,5 millones de consolas en el año que termina en marzo de 2022, habiendo vendido 28,8 millones de unidades en el período anterior.
Las acciones de la empresa han caído un 24% este año en medio de preocupaciones sobre el nuevo Switch.
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No solo afecta a Nintendo
La escasez mundial de chips sigue causando estragos en las grandes fabricantes. A finales de octubre fue la creadora de autos Renault la que anunció la reducción sus expectativas.
En ese mismo mes se pudo conocer que las ventas del iPhone 13 se han complicado por fallas en el marketing y la logística. Informes publicados por medios de Estados Unidos (EEUU) han indicado que Apple ha debido limitar la fabricación del smarthphone porque no consigue los chips suficientes.
La crisis de los chips ha provocado paradas de producción en el sector automotriz en todo el mundo, esta tiene su origen en la reducción de la demanda durante 2020 como consecuencia de la pandemia por el coronavirus
Intel cree que el equilibrio entre la oferta y la demanda de chips no se normalizará hasta 2023. Es decir: Podrían presentarse retrasos importantes en las producciones de automóviles y artefactos inteligentes que usen estas tecnologías.
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