Cuando a lo largo de treinta años enseñé Razonamiento Creativo en universidades y centros de estudios superiores, siempre insistí a mis alumnos que viajaran en micro, hicieran colas, fueran a los mercados y en general, que conversaran e interactuaran con las personas que allí se encontraban. Les pedía, en suma, que “salieran de la burbuja”, de ése lugar cómodo donde naturalmente se habían instalado; que dejaran, en lo posible, de transportarse en automóvil propio y circularan por barrios populares y no únicamente por el suyo. Que se “expusieran” y absorbieran todas esas experiencias que vivirían.
Salir de la “zona de confort” es imprescindible para cualquiera, pero muy especialmente para aquellos que quieren desarrollar su creatividad, porque la multiplicidad de experiencias los enriquecerá y les va a ayudar a conocer y comprender al “otro”, a lo que en realidad es una multitud diversa de personas que se ha dado en llamar “público”.
Vivir “expuestos” la mayor parte del tiempo, completará sus conocimientos de los diferentes “públicos-objetivo”, a los que las encuestas cuantitativas y cualitativas contribuyen, porque mientras más uno conozca y sepa, podrá comunicar lo necesario, más ajustadamente.
Esto de “abandonar la burbuja”, no significa renunciar a lo que uno tiene o dejar de hacer lo que se hace, es simplemente ponerse en contacto con lo que es el mundo real y no vivir refugiado en un escenario que uno mismo se ha preparado para mayor comodidad.
Lo repetiré siempre: “¡Creativos publicitarios salgan de su burbuja!”, porque “afuera” suele ser distinto que tras las ventanas y ustedes necesitan CONOCER, para poder COMUNICAR.