La frase completa es muy clara: “las cosas son como son, no como tú quieres que sean” y esto se llama realidad. El “como tú quieres que sean”, es un deseo, algo que podría o no podría ser.
¿Y esto qué tiene que ver con la publicidad?
Es sencillo. La publicidad utiliza la creatividad, la imaginación y desarrolla fantasías, pero trabaja con la realidad (hasta riman). Trabaja “con lo que hay”, porque NO PUEDE cambiar las características de lo que esté publicitando sea este un producto o un servicio. La publicidad no altera nada. Lo que hace es presentar lo que existe de una manera determinada y es aquí donde entra a tallar la creatividad, componente importantísimo, porque las alternativas de -vamos a llamarlo “presentación”- son muchísimas y es precisamente lo que el creativo publicitario debe escoger entre ellas.
Recordemos siempre que lo que la publicidad hace, es convertir en deseable un trozo de realidad, que como ya dije, puede ser un producto o servicio. No nos engañemos creyendo que podemos alterar la realidad, ya que lo único que hacemos es presentarla de un modo determinado y hacerla deseable para nuestro público consumidor o usuario.
Confieso que no es poco.