A veces sentimos como si una voz nos estuviera diciendo algo. Una voz que viene desde dentro de nosotros mismos y que cuchichea o habla fuerte en el interior de nuestra cabeza.
Probablemente le llamemos “conciencia” y es nuestro cerebro que -como siempre- está trabajando silenciosamente- encontrando alternativas, comparando hechos que pueden ser recuerdos almacenados, proyectando imágenes, y expresa sus conclusiones en con esa “voz interior” que nos está avisando o llamando la a atención de, o sobre algo.
Tenemos que atender a esa voz, porque somos nosotros mismos que nos estamos hablando y generalmente, aunque surja veloz y solamente destelle como un fogonazo, es fruto de un largo trabajo inconsciente que nuestro cerebro materializa en nuestro beneficio.
Podemos llamarles “corazonadas” o también “pálpitos”, pero insisto en que en realidad son avisos y hay que prestarles atención. El cerebro seguirá haciendo su trabajo y seguramente tomaremos decisiones en base a ella; hay que hacerle caso. Escuchar. Prestar atención. Sucede de todas maneras. Nos pasa a todos. Hay que estar atentos.