Palabras.
Estas son parte de los mensajes y adquieren significación. La publicidad lo que ofrece son significados y no solamente frases o simples palabras.
La reducción actual de los mensajes, limitándolos casi a su expresión mínima, corre el peligro (y está ocurriendo ya a veces) de ofrecernos frases sin un significado, por lo menos claro, o simples palabras que navegan, perdidas, por un mar de desconcierto.
El uso de palabras que se han vuelto tan comunes que no suscitan mayores emociones y el abuso de superlativos que en realidad son cáscaras vacías, me hace pensar que la publicidad, en algunos, tal vez demasiados casos, no está cumpliendo bien con su rol de comunicar y menos con atraer. El nivel de convencimiento de estas palabras flotantes, no solamente es pobre, sino que no lograría convencer a nadie.
Esto puede parecer un lamento, añorando “tiempos pasados”, en los que la velocidad existía, pero dejaba espacio para la comprensión y eso que es tan importante en la publicidad: la atracción. Es que, si no se comprende y no se es atraído, la acción positiva de respuesta no se da y la comunicación publicitaria fracasa. No creo que se pueda usar como “escudo” la “falta de tiempo” para recibir o acceder a los mensajes, sino que no se está comunicando adecuadamente, ya que en muy poco espacio/tiempo, dependerá de lo atractivo del mensaje para que este sea visto y aceptado.
Insisto en que esas palabras tan usadas ahora (y desde siempre, pero no en esa cantidad), como “OFERTA”, “ÚLTIMA OPORTUNIDAD”, “DESCUENTO ESPECIAL”, “REBAJA EXTRAORDINARIA”, “¡BARATÍSIMO!” y muchas otras que llamaré “lugares comunes”, carecen de sentido sino van acompañadas de algo que atraiga, que puede ser el precio, pero no solamente él, porque –pienso- la satisfacción de un ahorro monetario o el aprovechamiento de una oportunidad temporal, finalmente no le dan a lo publicitado, nada más que un valor –bajo-, que nunca va a tener aquél que nace del deseo sugerido por la publicidad. Estoy convencido de que la publicidad es mucho más que precios bajos y últimas oportunidades.