¡Pero trata de no errar!
Es verdad que uno debe aprender de sus errores para no volverlos a cometer, pero en general, y esto no solamente se refiere a la publicidad, los errores, una vez cometidos, se pagan caro, porque el primer error puede ser el último.
Y esta, desgraciadamente, es una manera de aprender, dura es verdad, pero ese duro aprendizaje tendría la “ventaja” de servir para un nuevo comienzo, o una continuación de lo que se hace, más cauto y avisado.
Como decía, “el primer error puede ser el último”, especialmente si eres un creativo publicitario y tu error se publica, lo que generalmente ocasiona un desastre mayor o menor, para la marca, producto o servicio que publicitas; es que el asunto puede costarte el trabajo.
Perdón si esto suena un poco pesimista o trágico, pero es lo que podría suceder y uno tiene que estar preparado para todo. Lo que sí es importante es que aprender es muy bueno, aunque sea por la “vía dolorosa”. Sé que un modo de aprender es equivocándose, pero también sé que la experiencia minimiza la posibilidad de error … La experiencia y el revisar las cosas una y otra vez, para asegurarse.
Todo el mundo se equivoca y disculpas si repito, pero hay que hacer todo lo que esté a nuestro alcance, para reducirlos a su mínima expresión.