Los centros comerciales serán uno de los sectores más afectados por estas medidas, según la CCL, quienes además aseguran que apoyarán las decisiones del gobierno para reducir los contagios, a pesar de las consecuencias para el comercio.
Autoridades peruanas confirmaron recientemente la tercera ola de contagios en Perú, debido al COVID-19 y sus nuevas variantes. Un contexto que ha llevado a la implementación de nuevos aforos que, de acuerdo con la Cámara de Comercio de Lima (CCL), podrían impactar de forma negativa las ventas de la campaña escolar e incluso del Día de las Madres.
“Muchos de los centros comerciales y negocios tenían expectativas de alcanzar mayores ventas en estos tres primeros meses del año, pero de tener menos ingresos no tendrán capital para las próximas campañas siendo el Día de la Madre, la segunda más importante del año después de Navidad”, precisó la presidenta del Gremio Retail y Distribución de la CCL, Leslie Passalacqua.
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Qué consecuencias podría traer los nuevos límites de aforo
La ejecutiva explicó a su vez que su sector apoyará las medidas anunciadas por el Gobierno para frenar la ola de contagios, pero aún así, se trata de una decisión que no les permitirá lograr alcanzar la meta del 80% de las ventas en prepandemia, pues considera que la medida va a generar un fuerte golpe económico al sector retail.
“La aglomeración y el riesgo de los contagios no se dan en los centros comerciales formales porque somos espacios seguros donde aplicamos todos los protocolos sanitarios conforme a ley”, sostuvo.
Reducción de visitantes a los malls
En cuanto al toque de queda, que ahora se establece desde las 11 de la noche a 4 a.m., Passalacqua sostuvo que dicho horario reducirá el tiempo de atención en los centros comerciales lo que supone una disminución en dos horas en promedio lo que va incidir en un menor flujo de visitantes.
“Ya en noviembre 2021 el flujo de clientes se había reducido en 23% frente al 2019, en diciembre llegamos a -34%. Ahora con una reducción de aforo a 40% este flujo podría caer aún más en enero. Ello significa menos ingresos, menos ventas, pero sobre todo menos aporte al Estado en impuestos y recaudación”, agregó.
Una decisión que, según la especialista, no solo perjudica a los consumidores al tener menos tiempo de compras, también pone en riesgo a los trabajadores que se verán expuestos a las aglomeraciones en el transporte público al querer regresar a tiempo a sus hogares.