La moda circular es el nuevo reto de esta gran industria, en el que se comprenden las fases de uso y el fin de ciclo de vida de una prenda para adaptarse a la sostenibilidad y cuestionar el fast fashion
No es secreto para nadie que cada vez que hacemos limpieza en nuestro closet, botamos algunas prendas como si fuesen desechables, y es que aunque pueden serlo – y la mayoría lo son actualmente por su calidad -desconocemos que puede ser mejor buscar opciones que nos ofrezcan nuevas combinaciones o renovación de las piezas. Es aquí donde comenzamos a adentrarnos en la moda circular.
Antes de hacerlo queremos compartir unos datos de la Asociación Ibérica de Reciclaje Textil que arrojan que el 90% de las prendas que se desechan suponen un desperdicio en los vertederos de 800 mil toneladas de materiales textiles cada año. Sin embargo la moda circular no se trata solamente de reciclaje, una de sus tres R.
Moda y economía circular

La moda circular habla de un ciclo en el que la ropa, calzado y accesorios son diseñados y producidos para ser utilizados de forma que circule en la sociedad durante el mayor tiempo posible, tal y como definió Anna Brismar, fundadora sueca de Green Strategy Sweden y creadora del término, “y que en lo sucesivo regrese de manera segura a la biosfera cuando ya no sea de uso humano”.
Pero lo interesante es que no funge como un hecho aisaldo y caprichoso, sino que está estrechamente ligado a la economía circular que no es más que la oportunidad que tienen las empresas para alejarse del sistema lineal de producción- uso – desecho, uno de los principios del fast fashion. “Esta economía se basa en unos pocos principios sencillos. En primer lugar, una economía circular pretende “diseñar” los residuos. Los residuos no existen, ya que los productos están diseñados y optimizados para un ciclo de desmontaje y reutilización”, de modo que se alcancen los objetivos de un desarrollo sostenible, según Brismar.
El diseño y la producción en la moda circular en Perú

¿Acaso es nueva aquella costumbre de heredar ropa de nuestros familiares? Es de hecho una costumbre casi perdida y es la manera más sencilla de explicar la moda circular. Eran los tiempos en que la ropa no era desechable, duraba años y además tenía un valor que la sostenía en buen estado por mucho tiempo en su ciclo circulante.
Según la Asociación de Moda Sostenible del Perú, hoy, el fast fashion nos impone lo contrario, comprar y desechar. Sin embargo, la moda circular que ya está activa en al menos una 70 empresas en Perú han comenzado a trabajar en diversas direcciones, la moda ética, la moda étnica y la moda ecológica cuidando que los productos guarden una armonía entre el medio ambiente y las personas, redefiniendo el diseño y la producción de la siguiente manera:
– Diseñar el producto para que sus componentes sean fáciles de desarmar o reparar, facilitando la reutilización y el reciclaje.
– Un producto de moda circular está diseñado con materiales de calidad para su longevidad y atractivo para muchos usuarios que intercambian o rotan la prenda.
– Ser diseñado bajo demanda o a la medida aumenta su valor percibido y su vida útil probable.
– Debe ser producido con materiales no tóxicos y de preferencia biodegradables. Si es producido con materiales sintéticos no tóxicos, pueden ser reciclados, como el poliéster recicable.
– Minimizar en el proceso de elaboración los desechos de corte, confección, tintado y acabado, sin embargo el sobrante se puede reutilizar como materia prima para otros procesos y artículos.
– Transportar y comercializar utilizando energía renovable si es posible.
La Asociación Peruana de Técnicos Textiles también en la vanguardia, han publicado que es factible reciclar o reutilizar cerca del 90% de las prendas de vestir, calzado y accesorios que actualmente botamos y es solo el 15% el que se recicla o dona.
Los nuevos verbos de la moda circular

Además de organizaciones y marcas como Nike, Gap, H&M, Burberry y Stella McCartney quienes se han sumado a la movida de la economía circular, algunas formas de producir prendas se han adherido, como: el supra reciclaje o upcycling, el zero waste, el comercio justo.
Aunado a esto, aquella invitación sobre el uso de otros verbos en vez de´ vender´ y ´comprar´ y que ya se ponen en práctica a través de diversas empresas en la movida de la moda circular, las podemos encontrar sin necesidad de comprar, por ejemplo: para “arrendar” ropa está la gente de The Lauren Look; para “intercambiar” podemos buscar a Ropantic; y para “compartir” a Recloset.
Si aún no te animas a ser un consumidor de la moda circular, te contamos que para hacer una playera se utilizan al menos 2720 litros de agua.