Según la Comisión Irlandesa de Protección de Datos, tanto Instagram como Facebook “forzaron el consentimiento” de los usuarios para que acepten el uso de sus datos para publicidad. Meta dio su descargo sobre el uso de datos para los anuncios dirigidos
La responsabilidad de las redes sociales con los datos de sus usuarios está recorriendo un estricto camino. El incidente más reciente lo ha protagonizado Meta al ser multada con una millonaria suma por la Unión Europea. La compañía dueña de Facebook e Instagram es acusada de haber pedido permiso para usar los datos de las personas para anuncios de forma ilegal.
La acusación fue interpuesta por la Comisión Irlandesa de Protección de Datos (DPC). La empresa de servicios tecnológicos tiene tres meses para cambiar la forma en que obtiene y utiliza los datos para orientar los anuncios. Meta dijo estar “decepcionada” y declaró su intención de apelar, destacando que la decisión no impide la publicidad personalizada en sus plataformas.
Según el ente regulador, Facebook e Instagram no pueden “forzar el consentimiento” diciendo que los consumidores deben aceptar cómo se usan sus datos o abandonar la plataforma. El DPC tomó la iniciativa de garantizar que se cumpla la ley de datos de la Unión Europea porque las oficinas de las plataformas en Europa están en Irlanda.
Para los defensores de la privacidad, esta decisión es una gran victoria. Con la medida, Meta tendrá que dar a los usuarios una opción real sobre cómo se emplean sus datos para orientar los anuncios en línea. La empresa tendría que cambiar la forma en que funciona una parte clave de su negocio.
Según reportes, la mayor parte del dinero recaudado por Meta proviene de la publicidad; más de 118 mil millones de dólares. Siendo esta la segunda sanción que recibe la compañía por este motivo, estarían preparados. Según el Irish Times, Meta reservó 2.000 millones de euros para cubrir posibles multas europeas en 2023.
¿Cómo emplea Meta los datos de los usuarios para anuncios dirigidos?
La multa puesta por DPC se originó por quejas realizadas en 2018 por el activista de provadicada Max Schrems. La denuncias se presentó por el caso de dos usuarios de Austria y Bélgica. Como parte de las medidas del Reglamento General de Protección de Datos (GDPD), Instagram y Facebook pedían pidieron a los usuarios que hicieran clic en “Acepto” para indicar estar de acuerdo con los términos de servicio actualizados que establecen cómo su utilizarán sus datos en los anuncios.
Sin embargo, en caso de no aceptar no podían hacer uso de las plataformas. La argumentación de los denunciantes refiere que los estaban “obligando” a dar su consentimiento para el uso de sus datos. Esta acción viola el RGPD.
Los representantes de Meta argumentaron que Facebook e Instagram están “inherentemente personalizados” y que, como parte de esa personalización, los anuncios dirigidos son una “parte necesaria y esencial” del funcionamiento de las plataformas. También se defendiern diciendo que no se trataba de un ultimátum. Sino que simplemente no había forma de que las plataformas pudieran funcionar sin usar los datos para publicidad.