La empresa de origen cusqueño ahora cuenta con una renovada fórmula que le permite diferenciarse de sus competidores de mercado.
Desde el pasado lunes 17 de junio, se hizo de carácter obligatorio el uso de octógonos para identificar las altas concentraciones de azúcar, sodio y grasas saturadas en los alimentos y bebidas procesados que superen los parámetros dispuestos por el Ministerio de Salud (Minsa).
Sin embargo, existe una marca que durante los últimos tres años vino trabajando en el mejoramiento de sus fórmulas con el fin de cumplir con los estándares establecidos, se trata de la empresa peruana Inka Crops.
Para lograrlo, el equipo de investigadores alimentarios de la compañía nacida en 1997 decidió reducir el porcentaje en grasas saturadas de sus papas artesanales.
De esta manera, se dejó de utilizar aceite de palma, muy común en el sector de los snacks (que posee 50% de grasas saturadas), y se pasó al aceite de girasol alto oleico, que tiene solo 9% de grasas saturadas.
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Inka Crops estudió la manera de reducir el porcentaje de sodio por cada 100 gramos. Así, se avoco a reducir el nivel de sal añadida al snack, y a reformular los sabores existentes. Ahora el snack tiene 377,3 mg/100g de sodio en promedio cuando la ley establece 800 mg/100g.

“Todo el proceso tuvo una inversión de 200 mil dólares y hemos tenido que producir varios lotes de prueba antes de dar con el correcto. Como líderes en innovación, pudimos alinearnos a la normativa nacional y llevar un producto menos dañino a la mesa de los peruanos. Ofrecerles a nuestros consumidores un snack libre de octógonos sí es posible”, comenta Ignacio Garaycochea, gerente comercial de Inka Crops.
De acuerdo a la exdecana del Colegio de Nutricionistas del Perú, Saby Mauricio, una gran ventaja de este producto es su riguroso control de calidad, así como el uso de la tecnología en el proceso de producción que lo libra de la presencia de las “grasas trans” y la formación de acrilamida.

Respecto a la Ley de Alimentación Saludable es importante recordar que es progresiva, es decir, aumenta su rigurosidad según el paso del tiempo. Al culminarse los 39 meses posteriores a su publicación y aplicación, la norma estrechará sus márgenes permitidos a 4g/100g de grasas saturadas.
Sin embargo, la marca en mención afirma que cuenta con niveles de grasas saturadas y sodio que le permitirán mantenerse como un producto libre de octógonos a largo plazo
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