Al estilo de las piezas creativas de IKEA, esta iniciativa se desarrolla en una ciudad española para acabar con los trastes dejados en las calles, cuyos costos de transporte le cuestan miles de euros a las autoridades locales.
A pesar de que en muchas ciudades hay servicios que recogen muebles viejos a domicilio, como la ONG Emaús en Perú, o en algunos casos como en España las autoridades locales ofrecen este tipo de soluciones a las personas. Aún así, parece que muchos españoles prefieren dejar sus trastes en medio de la calle.
Para concienciar del mal aspecto que esto genera en las calles de la ciudad de Denia, Alicante, las autoridades se unieron a la agencia Sapistri para desarrollar una acción creativa como si de una campaña de IKEA se tratara.
BRUTEA: así quieren acabar con los muebles viejos tirados a la calle
En Denia, a las autoridades locales les cuesta aproximadamente US$300.000 al año deshacerse de los muebles viejos tirados a la calle. Realidad que les inspira para esta campaña titulada BRUTEA, que en valenciano sería algo “sucio”.
La campaña se ha difundido en redes sociales mostrando imágenes reales de trastes viejos abandonados a su suerte en las calles. De esta forma demuestran lo mal que puede verse una comunidad por no solicitar un servicio que se lleve estos muebles.
Al mismo tiempo, otras imágenes tienen otros títulos en valenciano, como Mälson (pesadilla), Fâstik (asco) o Vergonyä (vergüenza) acompañado del precio tan elevado que luego deben pagar aquellos que viven en la ciudad.