Mes del orgullo
Impulsar un negocio desde cero no es fácil, por ello los emprendedores suele recurrir a préstamos bancarios, subsidios y otras formas de financiación
Uno de los retos que enfrentan los emprendedores antes de comenzar una startup es el financiamiento. Cuando la liquidez no es la anhelada y tocar los ahorros personales puede suponer una apuesta muy arriesgada, siempre es posible contar con algunas de estas cinco propuestas para costear los gastos que suponen comenzar de cero un negocio.
5 formas de financiar tu negocio
Subsidio
Es un modelo de financiamiento al que se accede generalmente por concurso, cuyo atractivo principal es que, quienes gozan del mismo, no deberán regresar el dinero, pero si deben rendir cuentas de la inversión que se llevó a cabo con estos fondos. Además, suelen ser cofinanciados, es decir, los postulantes deben contar con una parte del monto que necesitan para su emprendimiento.
Crédito
Este tipo de financiamiento se obtiene de una entidad financiera, que a su vez establece plazos de devolución del préstamo en periodos a convenir que, por lo general, se les suma una cuota de interés. Normalmente, a los emprendedores se les exige una garantía en caso de que el acreedor del crédito no pueda pagar la totalidad de los fondos.
Leasing
El arrendamiento financiero o leasing consiste en la obtención de activos por parte de una empresa que le da los fondos a otra que resulta beneficiada, y luego de esto, la segunda empresa deberá pagar estos fondos en un plazo a convenir un alquiler. Finalmente se puede obtener estos activos por un menor precio o ser devueltos al dueño original.
Fondos privados
Existen organizaciones en el Perú que destinan sus fondos privados a la financiación de empresas emergentes. Las condiciones para la obtención de estos activos varía según la organización que los ofrece, por ejemplo algunas exigen el 10% de la startup.
Factoring
Este es un modelo de financiamiento al que suelen recurrir algunas empresas para cubrir los gastos de operación de un nuevo negocio o relación comercial para la cual no cuenta con los fondos necesarios. Algunas empresas se encargan de comprar la cuentas por cobrar de otras compañías por un monto menor de su valor, y así la empresa beneficiada obtiene una liquidez rápida mientras que la otra asume los riesgos del cobro de la facturas.
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