Las mascotas tienen dos grandes virtudes para las marcas: destilan ternura y simpatía, y no los meterán en aprietos por decir tonterías.
Si pensabas que los influencers solo podían ser personas, pues te equivocaste. En la actualidad, grandes empresas como Procter & Gamble y Samsung hacen uso de los pet-fluencers. Tal vez te preguntes, qué es un pet-fluencer, pues básicamente es una mascota adorable que pone de cabeza las redes, por tanto su popularidad puede ser aprovechada por una marca.
Existen una baraja de posibilidades: cerdos, erizos, mapaches, zorros, conejos. Pero los perros y gatos son los preferidos del mercado. Y es que la gran ventaja para las empresas es que estos representantes destilan ternura y simpatía, y nunca los meterán en aprietos por decir tonterías.
Si bien es cierto, estos animalitos no tiene el impacto que genera alguna mega estrella, pero tampoco su capacidad de causar daño de imagen. Es por esto que las marcas están encantadas y recurren más a su uso.
“Los pet influencers no opinan de política, no hacen comentarios fuera de tono, nunca se ven involucrados en escándalos sexuales. No porque sean precavidos , sino porque carecen de pensamiento abstracto”, dice Claudio Molinari, redactor creativo en publicidad, televisión, cine y la industria editorial.
“Cuando las redes pueden machacarte, mejor una mascota conflict free que un famoso conflict friendly. Por eso, desde Grumpy Cat, el gato con mala hostia, hasta Marnie the Dog, el perrito de la lengua colgante, los bichos entrañables venden cada vez más. Pero los animales siempre han vendido. Solo que ahora vienen con storytelling, product placement y sponsors”, comenta Molinari.
Es el caso de la perrita Chloe, un mini bulldog francés que tenía encantado a todo internet y contaba con 200 mil seguidores en Instagram. Lamentablemente murió por una negligencia médica, pero mientras estaba viva, Loni Edwards, su dueña fundó “The Dog Agency”, la primera agencia que representa exclusivamente a los pet-fluencers.
La agencia de ofrece a las marcas tener presencia mediática en diversas plataformas como BuzzFeed, The Wall Street Journal, The Huffington Post y Mashable. Además, sus clientes podrían tener colaboraciones las multinacionales Google, 20th Century Fox, Purina y Nikon.
A todo esto, ¿cuánto dinero podría ganar una mascota influencer? Bueno, según detalla Claudio Molinari, hace un par de años podrían facturar entre 2.000 y 3.500 dólares por aparecer junto a un producto en Instagram. Sin embargo, el año pasado, los salarios ascendieron a 10.000 dólares.
A día de hoy, las tarifas pet-fluencers varían entre los 3.000 y 15.000 dólares por post.
“Este pujante nicho de celebridad animal incluso tiene su propio vocabulario. Un famosillo de cuatro patas es un Instapet. Un perrito o un gato queridos no son mascotas, sino animal friends. Y, en el caso de que la relación vaya a más, la mascota es un fur baby (un bebé peludo). Los dueños ya no son dueños sino pet parents (papás/mamás mascota).El manejo de las redes sociales que promocionan a las nuevas estrellas se denomina petworking. Lo que ha creado un nuevo oficio: social petworking coach. No es broma, ojalá lo fuera”, dice el especialista.
Como dato, ahora los fanáticos de las mascotas pueden visitar Petcon, sí, al mismo estilo de la Comi-Con. En este evento pagando entre 75 y 300 dólares, los fans tienen la posibilidad de abrazar a los animalitos famosos. “Probablemente uno de los mejores eventos que ofrece la ciudad de Nueva York”, así lo cataloga la revista Instyle.
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