Este proyecto, desarrollado en colaboración con Monoceros Labs y su producto Fonos, busca llamar la atención sobre la discriminación que sufre el colectivo por los estereotipos y sesgos asociados a las voces no normativas y generar un futuro digital más diverso e inclusivo.
Ante la persistencia de comportamientos discriminatorios y actos de micro-agresión diarios en contra de la comunidad LGBTIQ+, LLYC ha anunciado el lanzamiento de Free the Voices, el primer banco de voces sintéticas diversas. Este proyecto, desarrollado en colaboración con Monoceros Labs y su producto Fonos, busca llamar la atención sobre los sesgos asociados a la voz y ser un aporte para un ambiente digital más diverso e inclusivo.
El proyecto nace desde el hallazgo de que la voz sigue siendo uno de los factores que contribuye a la discriminación multidimensional del colectivo. Estudios muestran que las personas prefieren interactuar con una voz heterosexual (69%) versus una voz “gay” (31%), sesgo que se despliega y vuelve más evidente en otros espacios, como los lugares de trabajo, donde las cifras de discriminación van del 32% al 37% de personas LGBTIQ+ que han afirmado haber sido discriminadas por actuar gay, incluyendo cómo hablan.
En un mundo cada vez más digitalizado, las voces generadas por IA están cobrando más relevancia debido a la cantidad de plataformas donde pueden ser utilizadas. La mayoría de estas voces no reflejan la diversidad vocal de nuestra sociedad y, al contrario, se construyen sobre una visión cis hetero normativa. Free the Voices es el primer banco de voces sintéticas diversas, creado a partir de la recolección de más de 250 voces del colectivo en 12 países, que podrá ser utilizado, a partir de ahora, en diversos contenidos audiovisuales. Este recurso está diseñado para concientizar a la sociedad sobre los sesgos asociados a las voces diversas y reducirlos a través de una mayor exposición a la diversidad vocal.
Para asegurar la autenticidad y evitar la perpetuación de estereotipos, el proceso de diseño de voces sintéticas ha requerido un enfoque participativo que contó con la colaboración de aliados que trabajan en pro de los derechos de la comunidad LGBTIQ+ en distintos países como Redi (España), Pride Connection México, Casa Frida (México) y la Cámara de la Diversidad de Colombia, logrando así obtener datos variados no solo en términos de orientación sexual e identidad de género, sino también de nacionalidad, acentos y edades. Todo esto ha garantizado que las voces generadas no impusieran visiones externas sobre lo que constituye una «voz auténtica LGBTIQ+».
Una vez recolectada la información, a través de la lectura de un manifiesto, se dio paso a un riguroso proceso de anonimización y sintetización realizado por Monoceros Labs. Este proceso aseguró que las identidades individuales de las personas que participaron permanecieran no identificables, sin sacrificar la diversidad vocal de las voces sintéticas creadas. Tanto las voces creadas en el proyecto, como otras más, estarán disponibles en freethevoices.llyc.global para que cualquier persona pueda utilizarlas. Esto permitirá que las producciones audiovisuales y proyectos de distinta naturaleza reflejen una mayor diversidad.