El 45% de los chilenos afirmó que dichas protestas afectarán negativamente la imagen del país en el extranjero.
Chile se ha consolidado durante los últimos años como una de las economías más estables de la región, con un modelo económico que hasta hace poco parecía llevar al país por el camino de un desarrollo sostenido, sin embargo, el pasado octubre encontró su punto de quiebre. Y es que luego del anuncio realizado por el ejecutivo nacional, Sebastián Piñera, acerca de un alza en el precio del boleto del metro de Santiago, gran parte de la población mostró su rechazo a través de contundentes protestas que condujeron a una fuerte represión, incluyendo varios días de toque de queda.
De acuerdo a una serie de especialistas, el origen del estallido social no es más que el producto de un modelo económico construido en base a la desigualdad social, una realidad que la población ya no podía sostener por si sola. El escenario actual, de acuerdo a una encuesta realizada por la Universidad de Chile, es que el 85,8 por ciento de los chilenos se mostró a favor del movimiento social, mientras que sólo el 7,3 por ciento se manifestó en contra.
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El mismo estudio revela que más de la mitad de la población formo parte de estas manifestaciones, lo que evidencia un descenso en la popularidad del actual presidente de la nación vecina. En este contexto, el país no solo atraviesa una crisis política y social, pues los daños colaterales se empiezan a percibir, por ejemplo, este martes la Conmebol, luego de largas conversaciones, decidió trasladar la sede de la final de Copa Libertadores de América desde Santiago a Lima, por los disturbios en la ciudad capital y en otras partes del país.
Un duro golpe para la economía del país y su imagen, ya que no se trata del único evento de gran importancia que se ha cancelado, Días antes, se anunció la suspensión de un amistoso de la selección local de fútbol contra Bolivia, que estaba programado para el 15 de noviembre.
“Obviamente, no es bueno para la imagen de Chile que el conflicto se prolongue por mucho tiempo, porque empiezan a surgir preguntas sobre la verdadera salud de nuestra democracia”, comentó el director ejecutivo de Fundación Imagen de Chile, Blas Tomic, en una entrevista del 2011, donde opinaba acerca de unas manifestaciones ejecutadas ese mismo año.
Por su parte, datos más actuales de Ipsos, obtenidos a través de una encuesta realizada a 1003 personas, revelaron que el 45% de los consultados afirmó que dichas protestas afectarán negativamente la imagen del país en el extranjero, mientras que el 33% opinó que el impacto sería “muy” negativo.
La directora ejecutiva Imagen de Chile, Constanza Cea, enfatizó que, “obviamente lo que está ocurriendo es algo que tiene efecto. Pero las percepciones de un país se construyen muy lentamente y en ese sentido Chile ha hecho un trabajo importante. La clave está en cómo seamos capaces de salir de esta crisis y dar respuestas a las demandas que estamos escuchando como sociedad. Si este desafío nos activa positivamente como sociedad, mostraremos también un mejor país y a larga mejorara nuestra imagen”.
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