El problema se disparó en la pandemia y Perú no ha escapado de sufrir las consecuencias. En septiembre la Cámara de Comercio de Lima alertó que la falsificación de productos cosméticos e higiene factura alrededor de US$200 millones al año
El comercio online es un arma de doble filo. Si bien es cierto con el avanzar de los días y en medio del contexto de emergencia sanitaria que se ha vivido a escala global ha sido de gran ayuda, tanto para tiendas como para los consumidores, también es verídico que algunas alarmas se encienden en la actividad ¿La razón? No todo es lo que parece.
Un estudio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) devela que también se ha usado el comercio electrónico para la venta de productos falsificados. La investigación conjunta también confirma que el comercio en línea se está convirtiendo en el principal facilitador de su distribución.
En la investigación EUIPO y la OCDE evaluaron datos de incautaciones aduaneras de productos en las fronteras de la Unión Europea (UE) y analizaron sobre la forma en la que los artículos falsificados llegaron a las manos de los consumidores.
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Según los datos sobre las retenciones de productos falsificados, el 56 % de las incautaciones aduaneras en las fronteras de la UE están relacionadas con el comercio electrónico.
En la investigación se observó rigurosamente cómo es el proceso de distribución. En primera instancia destaca que a simple vista las retenciones relacionadas con productos falsificados vendidos online es mucho menor que el de los productos que no proceden del comercio electrónico sino que se envían en contenedores por diversos modos de transporte. Las incautaciones de artículos vendidos de forma online representan 14% mientras 86% corresponden a las realizadas a productos enviados en contenedor.
El meollo del asunto es que algunos de los que se envían en contenedores están destinados a llegar a centros de distribución en la UE, desde los que a su vez se envían a consumidores que los han adquirido online, lo que podría indicar que el papel real del comercio electrónico en el comercio de falsificaciones es considerablemente más importante.
China ocupa el primer lugar, con más del 75 % de las incautaciones de productos falsificados, seguida de Hong Kong, con 5,7 %, Turquía, con 5,6 % y Singapur, con 3,3 %.
Señales de alerta
El uso del comercio electrónico varía en función del tipo de productos falsificados. Los artículos de perfumería y cosmética (75,3 %), los productos farmacéuticos (71,9 %) y las gafas de sol (71,3 %) son los productos con el mayor porcentaje de retenciones relacionadas con la compra en línea.
Las inferencias a las que han llegado los organismos europeos no son aisladas, por el contrario, son señales de alertas para otras regiones del mundo.
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En mayo de este año Amazon informó que en 2020 llegaron más de 2 millones de productos falsificados y «bloqueó más de 10 mil millones de listados sospechosos antes de que fueran publicados en nuestra tienda».
La compañía subrayó en ese momento que detectaron toda esa cantidad de productos falsificados antes de que llegaran a un cliente. «Menos del 0,01% de todos los productos vendidos en Amazon recibieron una denuncia por falsificación de los clientes», apuntó la empresa.
El Perú no ha escapa
El Perú no ha escapado de esta situación que, según informes, se disparó con la llegada de la pandemia por el coronavirus. En septiembre de este año la Cámara de Comercio de Lima (CCL) alertó que la falsificación de productos cosméticos e higiene personal factura alrededor de US$ 200 millones al año, es decir 10% de las ventas.
En el reporte el Gremio de Cosmética e Higiene Personal (Copecoh) de la CCL precisó que en el mercado de ese rubro se abastece 75% de productos importados y 25% de producción nacional. No dio cifras sobre la incidencia de lo digital.
“En los últimos años se observa un crecimiento de la falsificación de estos productos, dinamismo que no se ha detenido durante la pandemia y que genera no solo un efecto negativo a la economía, sino a la salud del consumidor”, aseguró Ángel Acevedo, presidente del Copecoh.
De acuerdo al informe de la institución entre los productos que presentan mayores niveles de falsificación están aquellos relacionados a las categorías de capilares como champús y acondicionadores; así como también fragancias femeninas y masculinas.
El ente también ha detectado la falsificación de cremas faciales, cremas humectantes, máscaras, lápices labiales, esmalte de uñas, entre otros.