A pesar del aumento de solicitantes, una gran cantidad de convocatorias no resultan en contrataciones efectivas, lo que puede desanimar a los buscadores de empleo.
Después de la pandemia de COVID-19, la oferta laboral en lugares como EE.UU. era abundante, pero ahora ha disminuido drásticamente debido a despidos y recortes presupuestarios. Aunque hay numerosas vacantes anunciadas en plataformas como LinkedIn e Indeed, muchas de ellas están activas durante largos períodos sin ser llenadas, convirtiéndose en lo que se conoce como “trabajos fantasma”.
Estos trabajos fantasma, presentes desde hace tiempo en el mercado laboral, se han vuelto más comunes en la era digital. A pesar del aumento de solicitantes, una gran cantidad de convocatorias no resultan en contrataciones efectivas, lo que puede desanimar a los buscadores de empleo.
Los expertos señalan que no todas las ofertas que parecen trabajos fantasma lo son, pero la falta de recursos para contratación y el gran volumen de solicitantes pueden contribuir a la lentitud del proceso de selección.
Aunque algunos candidatos siguen enviando solicitudes masivas, otros han ajustado su enfoque para ser más selectivos. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la estrategia más efectiva para encontrar empleo en un mercado laboral plagado de trabajos fantasma.
Aunque los empleadores pueden utilizar los trabajos fantasma para promocionarse y recopilar currículums a corto plazo, esta práctica podría tener consecuencias a largo plazo, ya que los candidatos rechazados pueden evitar futuras oportunidades con esas empresas.