CEO. Se trata de Dan Price, un visionario de los negocios que tras comprar una pequeña empresa, lejos de hacer un despido masivo, incrementó los salarios a todo el mundo.
Muchos pensamos que cuando una compañía se fusiona con otra, la primera consecuencia es tener decenas de despedidos, pues es una regla clásica del nuevo directorio; o quizás, en algunos casos leves, existe recorte de salario. Pero, siempre hay excepciones, y vaya que nos hemos sorprendido.
En junio de este año, Dan Price, CEO de Gravity Payments, empresa tecnológica con sede en Seattle, adquirió la totalidad de las acciones de ChargeItPro, una pequeña empresa dedidacada también al aporte de tecnología al proceso de cobro mediante tarjeta de crédito.
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Según revela Abc News, los empleados de ChargeItPro pensaban que iban a ser despedidos tras la llegada de Price, pero en su primer día el CEO los sorprendió con sus buenas noticias.
Price, ahora director de Gravity, informó que les subiría el sueldo en 10 mil dólares, para que todos los empleados puedan cobrar al menos 40 mil dólares al año, y además lanzó un propósito que para fines del 2024 el salario por año llegaría a 70 mil dólares.
This morning we cut the ribbon on the new @GravityPymts Boise office AND announced that all of our employees here will start earning our $70k min salary.
I’m so grateful to work with this amazing team and to be able to compensate them for the value they bring to our community. pic.twitter.com/stwwJgYCqQ
— Dan Price (@DanPriceSeattle) September 23, 2019
“Esta mañana cortamos la cinta en la nueva oficina de @GravityPymts Boise Y anunciamos que todos nuestros empleados aquí comenzarán a ganar nuestro salario mínimo de $ 70k”.
Asimismo, Price descubrió que muchos de sus nuevos empleados estaban trabajando en dos lugares para poder sacar adelante a sus familias, este hecho desencadenó la generosidad y el incremento de sueldos.
Por ello, Price es fiel a la teoría que sostiene que, al invertir en la felicidad de sus empleados, la compañía crecerá más rápido, pues lo comprobó en 2015 cuando obligó a sus directivos a reducirse un 80% de su sueldo para ofrecerle mejores condiciones sus trabajadores, y le funcionó.
“Estoy harto de ser parte del problema, quiero ser parte de la solución”, asegura en declaraciones recogidas por el mismo medio. Anteriormente, ganaba un millón de dólares al año y las personas que trabajaban para mí ganaban 30.000 dólares al año y eso está mal, estaba alimentando el problema”, señala Price.
“La subida de sueldo permite a mis empleados tomar decisiones en base a valores y no en base al dinero”, concluye.