Esta es una antigua maldición china y creo que en realidad es una suerte de deseo de buen augurio, porque los “tiempos interesantes” son un reto que vale la pena vivir y superar; por lo menos no es un aburrido “siempre lo mismo” y es algo que nos sacará de nuestra “zona de confort”. De nosotros dependerá que sean positivos, pues dicen que en chino (esto es algo que leí hace tiempo), el símbolo de “CRISIS” se lee igual que el de “OPORTUNIDAD”.
Creo que ESTOS son tiempos interesantes, pues vivimos muchos cambios, que se suceden a gran velocidad: no han parado de ocurrir y cada día me sorprendo con novedades que antes eran tema de ciencia-ficción y hoy son ciencia-real, ciencia que se aplica hasta la famosa IA, ampliando cada vez más el horizonte.
No voy a volver a contar aquí mi propio tránsito de la máquina de escribir a la computadora, pues hay tantas cosas de ese tipo que sería aburrido enumerarlas; sin embargo –y hablando de chinos- recuerdo que cuando era chico, íbamos al único chifa que había en Barranco (que más grande, hasta ahora existe), el “Chung Yion”, donde el dueño, de pie, apoyado en la pared, tras el mostrador a la entrada, con un ábaco de madera, sacaba la cuenta de lo consumido… En esa época no existían las calculadoras de bolsillo (esas que ahora, pasadas de moda, son reemplazadas por el teléfono celular y su función… ¡calculadora!) y me maravillaba ver la velocidad con que movía las cuentas del ábaco, para hacer operaciones aritméticas.
Seguramente algunos nostálgicos, seguirán usando el ábaco, pero ahora uno confía la tarea a su celular, su computadora o su “reloj inteligente”; alguna “rara avis” confiará en su memoria, tal vez, pero el cambio es innegable y… ¡súper interesante!
Vivimos tiempos interesantes, tiempos de cambio, que es lo único permanente, porque como se dice en portugués, “tudo muda”; no nos aburrimos, porque siempre hay algo nuevo por ver, por aprender, por hacer … “Algo” es una palabra enana, frente a la miríada de cambios que ocurren a todo nivel y en cada actividad.
¡Benditos chinos que tienen también dos dichos que se contraponen: “Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo” y “Desea larga vida a tu enemigo, para que pueda ver tus éxitos” … Francamente, me quedo con el segundo; es positivo, porque desea mis éxitos y nadie se muere, ¡aunque el otro “se muera de rabia”!