Adobe. La decisión llega después de que los reguladores europeos expresaran preocupaciones sobre cómo el acuerdo afectaría la competencia en el espacio del diseño digital.
El lunes, Adobe y Figma sorprendieron al mundo al poner fin a su planeada adquisición de 20 mil millones de dólares. La decisión llega después de que los reguladores europeos expresaran preocupaciones sobre cómo el acuerdo afectaría la competencia en el espacio del diseño digital.
“Adobe y Figma están totalmente en desacuerdo con los recientes hallazgos regulatorios, pero creemos que es de nuestros respectivos mejores intereses avanzar de forma independiente”, dijo Shantanu Narayen, presidente y director ejecutivo de Adobe, en un comunicado de prensa del lunes.
La noticia sobre la adquisición de Figma por parte de Adobe había surgido en septiembre de 2022, generando diversas reacciones negativas por parte de los reguladores de la Unión Europea en el último mes. Su principal preocupación radicaba en que la unión de Adobe y Figma podría crear un ecosistema de diseño integral, perjudicando la competencia.
La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido fue la última en poner freno al acuerdo, destacando que este obstaculizaría la innovación y permitiría a Adobe adquirir un competidor importante. En noviembre, la Unión Europea envió a Adobe un “pliego de cargos”, señalando formas en que la adquisición “reduciría significativamente la competencia en los mercados globales”.
“Pasar por este proceso con Shantanu, David y el equipo de Adobe solo ha reforzado mi creencia en los méritos de este acuerdo, pero es “Se ha vuelto cada vez más claro en los últimos meses que los reguladores no ven las cosas de la misma manera”, dijo Dylan Field, cofundador y CEO de Figma.
Adobe, por su parte, se mostró inflexible frente a las soluciones propuestas por la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido, calificándolas de “totalmente desproporcionadas”. La empresa argumentó que su principal competidor de Figma es Adobe XD, aunque este último fue tildado por la empresa como un “fracaso comercial”. Este argumento resultó inestable, ya que la mayoría de los diseñadores emplean productos de ambas empresas en su flujo de trabajo.
Pese a las objeciones europeas, los reguladores estadounidenses fueron más indulgentes. El Departamento de Justicia se reunió con ejecutivos de Adobe la semana pasada para asegurar la aprobación de la fusión. Aunque se había investigado una demanda antimonopolio contra Adobe en febrero, nunca se presentó formalmente un caso.
Como resultado de la terminación del acuerdo, Adobe pagará a Figma una tarifa de rescisión de mil millones de dólares, establecida en los términos iniciales del trato “si la transacción no recibe la autorización regulatoria”.