Miércoles 22 de junio 10 a.m. Palais de Cannes: Alaridos, saltos y ##454#43#$ (expresiones de felicidad que no pueden ser reproducidas en este papel) No podría ser de otra forma, descubría que teníamos 3 short lists, 3!!! En la categoría Entertainment. No sabía si ganaríamos o no el codiciado León, pero estar nominado en 3 listas y en una categoría en la que competías contra el lanzamiento del álbum de Beyonce ya era como para saltar en una pata, pata de león.
Era imposible concentrarse en las charlas a lo largo del día y esperar 2 días hasta saber el desenlace, necesitaba pensar en otra cosa como por ejemplo en Alejandro Gonzalez Iñarritu quien daba una charla magistral en el auditorio principal. Claro , todo hubiera estado perfecto para entretener tu cerebro escuchando sobre cómo se filmó al oso de The Revenant o la fascinación que tiene el cineasta por la música sino fuera porque tu corazón de amante de la publicidad te decía que debías renunciar a esta gran charla y asistir en ese mismo horario a la clase Maestra de Amir Kassaei, Director creativo Global de DDB y principal cuestionador de los leones falsos. Cedes a tus latidos de publicista comprometido y te retiras de la charla de Gonzalez Iñarritu ante la mirada de los de tu fila que solo justificarían tu salida por un incidente con tu estómago.
Llegas corriendo y orgulloso donde Amir y te cruzas con 2 personas que salían de la charla mientras Amir les decía “Váyanse, no va a ser cómodo lo que van a escuchar”. Te sientas con más seguridad que nunca de tu difícil elección. Amir usa más pausas que palabras, se le ve indignado acerca del despliegue de premios para casos falsos. “Vayan con esos leones falsos a la ciudad y enséñenle a los peatones sus leones a ver si es relevante para ellos o les soluciona un problema, ¿cuál es el sentido de hacer trabajo falso solo por ganarte una estatua?”, “¿acaso tu familia te va a felicitar por el gran problema que has ayudado a solucionar?” No podía estar más de acuerdo con Amir y mi corazón latía más porque ese día teníamos 3 shortlist con un caso de verdad y que contribuye con un problema real.
No lo piensas mucho y pides la palabra, todos te miran, te da un poco de roche pero a lo hecho pecho “Amir, quiero contarte que somos de Perú y el año pasado ganamos 2 leones con un caso real y este año tenemos 3 shortlist con una plataforma que transforma a un banco en una radio y así darle difusión a todos esos músicos que no son escuchados” Amir te mira con atención y dice “Pues deberías estar orgullosa, yo estoy orgulloso y no importa si ganas leones o no, estás contribuyendo con cambiar cosas y eso es el mejor premio”. Termina la charla te tomas foto con Amir, se te acerca una persona del público y te abraza porque se emociona con tu historia. Recuerdas que en realidad tu mamá ya te llamó a felicitar y tu papá y hasta tus tíos y no has ganado ningún León (que valgan verdades ni tienen mucha idea de lo que es), porque se sienten orgullosos de ti como profesional, como persona, como peruano. 2 días después ganas el león y claro que te sientes feliz pero se convierte en la cereza de la torta y no en la torta en sí misma porque eso sabría mal.