Se estima que el contenido de video en internet alcanzó el 85% de presencia en 2022. Uno de los formatos en auge es el de videos cortos capaces de contener gran cantidad de información o ‘snack content’. ¿Cómo lo procesa el cerebro humano?
La hiperconectividad ha acarreado diferentes consecuencias en nuestras vidas. Muchos beneficios como la capacidad de comunicarnos a distancia en tiempo real o tener todo tipo de información a la mano en nuestros smartphones. Este vórtice de información ha propiciado que los contenidos se adapten a formatos que nos den más en menos tiempo. A esto se le llama ‘snack content’.
La traducción al español es “contenido de bocadillos”. Se trata de contenido con gran cantidad de entretenimiento o conocimiento a través de materiales audiovisuales. Consumir estos productos exige poco esfuerzo y tiempo, por lo que es ideal para el estilo de consumo en internet actual.
Un estudio global de Yahoo y OMD Worldwide señala que la ventana de atención de la Generación Z es de 1.3 segundos. De hecho, estudios del MIT dan una explicación sobre porqué el ‘snack content’ es tan efectivo. El Instituto de Tecnología de Massachusetts señala que el cerebro humano es capaz de procesar imágenes completas en tan solo 13 milésimas de segundo. ¿Qué quiere decir esto?
Que estamos diseñados para asimilar y procesar imágenes rápidamente. Por eso son tan exitosos contenidos digitales actuales como los que se comparten en TikTok e Instagram. Al impacto que generan las imágenes en nuestros cerebros, se le suman las canciones pegadizas. Los éxitos musicales del momento logran un efecto ‘snack’ que invita a continuar consumiéndolo.
