«La fiesta de Itzel», creada por FCB Newlink, utiliza un cortometraje y piezas gráficas para evidenciar que miles de niñas siguen siendo obligadas a casarse en México pese a la prohibición legal.
Cada 11 de octubre el mundo recuerda el Día Internacional de la Niña, pero en México la fecha adquiere un peso distinto: más de 313 mil menores entre 12 y 17 años viven en matrimonio o unión temprana, y el 76% de ellas son niñas. Esa realidad motivó a Save the Children México a lanzar «La fiesta de Itzel«, una campaña que busca desnormalizar una práctica que la ley ya prohíbe, pero que el entorno social aún permite.
El proyecto se presentó a través de un cortometraje principal que narra la historia de Itzel, una niña obligada a casarse en medio de una celebración aparentemente tradicional. Lo que al inicio parece una fiesta con vestido blanco, música y pastel termina revelando un mensaje contundente: el matrimonio infantil no es una costumbre cultural, sino un delito que corta proyectos de vida.
Una campaña que apunta a los cómplices silenciosos
La pieza desarrollada junto a FCB Newlink plantea un giro narrativo incómodo. No solo se enfoca en la víctima, sino también en quienes aplauden, brindan o cargan al novio: familiares, invitados, autoridades religiosas y la comunidad que lo permite. «Si formas parte de la celebración, formas parte del delito», repite el mensaje central de la campaña.
Con esta acción, Save the Children busca recordar que el matrimonio infantil vulnera derechos básicos como la educación, la salud y la protección, y perpetúa ciclos de violencia, pobreza y abandono escolar. Aunque en 2019 se modificó el Código Civil Federal para fijar los 18 años como edad mínima para casarse, miles de uniones siguen ocurriendo fuera del registro civil, amparadas por arreglos familiares, creencias religiosas o presiones económicas.









