Desde los albores del siglo XV, los libros han enfrentado la supresión y destrucción deliberada por diversas razones, a menudo debido a contenidos que desafían las creencias arraigadas de las instituciones poderosas.
En un mundo donde la censura de libros ha resurgido con fuerza, la editorial Penguin Random House y la agencia canadiense Rethink unieron fuerzas para crear una obra de resistencia literaria: el Libro Incombustible, un ejemplar a prueba de fuego del icónico superventas de Margaret Atwood, The Handmaid’s Tale.
Desde los albores del siglo XV, los libros han enfrentado la supresión y destrucción deliberada por diversas razones, a menudo debido a contenidos que desafían las creencias arraigadas de las instituciones poderosas. Este acto, una marca registrada del autoritarismo a lo largo de los siglos, ha servido como una barrera eficaz para la libre circulación de ideas entre la población.
El aumento repentino en la prohibición de libros en los sistemas escolares de Estados Unidos durante el 2022 alarmó a muchos. Pese a la proclamada libertad de expresión en el país, la censura de libros no es ajena a la nación. Sin embargo, la controversia tomó fuerza a finales del 2021, cuando el entonces miembro republicano de la Cámara de Representantes de Texas, Matt Krause, cuestionó la presencia de cientos de títulos en los distritos escolares del estado. La medida desencadenó una oleada de prohibiciones, con Texas liderando el país al prohibir 801 títulos en 22 distritos escolares durante el curso 2021-2022, seguido de Florida y Pensilvania.
Según la Oficina de Libertad Intelectual de la Asociación Estadounidense de Bibliotecas, el número de títulos «cuestionados» se duplicó en todo el país en 2022 en comparación con el año anterior.
Aunque ningún funcionario gubernamental respaldó públicamente la quema de libros en 2022, el aumento de impugnaciones y prohibiciones pudo haber impulsado la confianza de aquellos que abogaban por la destrucción masiva de ciertos títulos. En febrero de ese año, un pastor en Tennessee reunió a su congregación para quemar ejemplares de libros como Harry Potter y Crepúsculo, considerados peligrosos por su supuesta promoción de la «brujería».
Fue en este contexto que surgió la idea del Libro Incombustible. Los directores creativos de Rethink, Robbie Percy y Caroline Friesen, al enterarse de la ola de prohibiciones en Texas, se preguntaron si podrían crear un libro imposible de quemar como símbolo contra la censura. Al compartir su idea con Penguin Books, la editorial mostró un entusiasmo inmediato. Tras considerar una lista de aproximadamente diez títulos, incluido uno de Toni Morrison, se decantaron finalmente por The Handmaid’s Tale. Publicada originalmente en 1985, la novela distópica de Atwood ha sido uno de los libros más prohibidos en Estados Unidos.
Tanto Penguin Random House como la autora Margaret Atwood respaldaron la creación del Libro Incombustible. Se produjo un único ejemplar, el cual fue promocionado en un vídeo donde Atwood, con un aire travieso, empuña un lanzallamas contra la obra, compuesta de papel y encuadernada con material ignífugo.
En junio del año pasado, el Libro Incombustible fue subastado por la prestigiosa casa Sotheby’s, alcanzando la impresionante cifra de 130.000 dólares, cuyos beneficios fueron destinados íntegramente a Pen America. El comprador, que prefirió mantenerse en el anonimato, adquirió así una pieza única de resistencia literaria. Posteriormente, el libro fue expuesto en un museo en Dinamarca, manteniendo viva la narrativa y la lucha contra la censura en todo el mundo. Un testimonio palpable de la importancia de la libertad de expresión en la sociedad contemporánea.