“¿En serio? ¿Una falsa Bicky?”, asegura el hombre para justificar el gesto, refiriéndose a una conocida marca de hamburguesas del país.
Gran polémica ha causado un anuncio de las hamburguesas Bicky Burger, muy popular en muchos establecimientos de Bélgica. En dicha ilustración se puede observar a una pareja dibujada al estilo cómic estadounidense de 1950, el hombre, vestido de traje y corbata, golpea a la mujer por comprar una hamburguesa de otra marca.
“¿En serio? ¿Una falsa Bicky?”, asegura el hombre para justificar el gesto. El golpe que le propicia a la mujer es tan fuerte que incluso pierde el equilibrio y está a medio caer.
LEER TAMBIÉN: Indecopi multará a empresas que hagan publicidad encubierta con influencers
En el copy de la publicación en Facebook, la empresa pregunta si “alguien más merece un gran castigo” y recuerda, para que el consumidor no se confunda con otras marcas, que el empaque de la cadena Bicky Burger es de color verde. Este mensaje evidencia que no fue un error del ilustrador, sino que toda la estrategia estaba planeada desde una perspectiva machista que normaliza e institucionaliza la violencia contra la mujer.
Al respecto, el Secretario de Estado de Bruselas, Nawal Ben Hamou (PS) publicó el siguiente post en su cuenta de Facebook: “A solo unas semanas de la violencia contra las mujeres. Y a medida que el número de mujeres asesinadas por sus compañeros continúa creciendo. Bicky Burger está lanzando una campaña publicitaria nauseabunda y totalmente irresponsable. La marca claramente fomenta un comportamiento reprobable que pone en riesgo la integridad física de las mujeres.”
LEER TAMBIÉN: ¿Cómo serán los gastos en publicidad los próximos años en Latinoamérica?
Por su parte, Christie Morreale, ministras de Igualdad de oportunidades en las regiones de Bruselas, anunció que ya había llevado el caso ante el Consejo de la Publicidad. Dicho órgano disciplinario del sector en Bélgica, registró unas 300, indicó su directora, Sandrine Sepul.
Hasta el momento, la marca no se ha pronunciado al respecto, lo que incrementa la incertidumbre y el desprecio por dicho afiche, ya que para muchos usuarios es inconcebible que en el siglo XXI, las agencias de publicidad y sus miembros sigan considerando que es graciosa y la violencia conyugal, sexual y misógina, y que además, “vende”.