En Latinoamérica el tema también es de estudio. De acuerdo a CELA el índice de feminidad de la pobreza se encontraba en 2018 en 118,2 puntos, indicando que la pobreza afecta en mayor grado a las mujeres de la región.
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“Penalización por hijos”. Parece mentira, pero es verdad y afecta sin lugar a duda a las mujeres, pues mientras tener hijos no perjudica las carreras de los padres sí afecta a la de las madres.
En pleno siglo XXI la brecha salarial por género aún existe. Resultados del estudio de Quinto, Hospido y Sanz de este 2021, dejan esto en evidencia. La diferencia en salarial promedio de la mujer, al menos en España, a largo plazo es similar a la que se presenta en Suecia o Estados Unidos, pero es menor que la existente en naciones como Reino Unido, Alemania, o Austria.
La investigación devela que a los diez años del niño los ingresos brutos de las mujeres presentan pérdidas de 33% mientras que de los hombres es -5%. Las madres, añade el estudio, tienen -26% de horas trabajadas mientras el hombre no presenta.
En resumidas cuentas cabría preguntarse cuánto menos cobra una madre trabajadora realmente. La interrogante fue planteada por los investigadores también. Los resultados de la indagación precisan que al primer año de tener el primer niño los ingresos brutos de la madre caen, en promedio, 11.4% con respecto a lo que ganaba antes de tenerlo. El sueldo del padre, en cambio, se mantiene.
Hay más. Es una sentencia casi de por vida. A los 10 años el porcentaje de caída de los ingresos brutos cae 28%. En ese momento, se infiere, los ingresos de las madres apenas tienen una media de 33% más bajo que los padres. Las mujeres nunca vuelven a recuperar sus ingresos en su etapa laboral.
La carga laboral por tener hijos recae sobre la mujer. Al tener niños las mujeres reducen sus horas en el primer año, al menos 26% menos. Se abren las posibilidades de que las madres apuesten por trabajar a tiempo parcial (46% más probable que antes).
El estudio hace referencia a España, pero hay otros referentes. En 2018 se compartieron los resultados de un estudio de Kleven, Landay y Sogaard con datos de Dinamarca. En él se veía que el 80% de la brecha de género en los salarios que existe hoy en el país nórdico se debe a tener hijos.
En esta investigación también se pudo conocer que existe también un brecha de clase entre mujeres con alto nivel de estudios frente a las de bajos estudios. De acuerdo al estudio, un mujer con estudios pierde menos días de trabajo y por ende menos salario. No ocurre lo mismo con las madres de estudios básicos, que tienden además a trabajar más en contratos de duración determinada.
No todo es tormentoso. De acuerdo al estudio de este año la tasa de actividad laboral de hombres en edad de trabajar se ha mantenido medianamente estable entre 2007 y 2019. Pasó de estar en 82,6% a 79,9%.
Para las mujeres ha aumentado. Pasó de puntuar 62,8% a 70,1%. Este sería indicativo de que se ha progresado en términos de igualdad.
La igualdad de géneros está entre los 17 objetivos que en 2015 se incluyeron en la agenda 2030 para alcanzar el desarrollo sostenible que suscribieron 193 estados miembros de la ONU.
En Latinoamérica el tema también es de estudio. En la región los Estados buscarían ejecutar algunas estrategias para desatar los “nudos estructurales” de la desigualdad de género que afecta tanto los aspectos físicos, como económicos y de toma de decisiones de las mujeres.
Un estudio del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELA) publicado en 2018 recordó que el índice de feminidad de la pobreza se encontraba en 118,2 puntos, lo que indicaba que la pobreza afecta en mayor grado a las mujeres que a los hombres y que una mayor desigualdad tendrá mayor impacto en los niveles de pobreza de las mujeres.
En medio de la pandemia por el coronavirus se exacerbó la vulnerabilidad de las mujeres y niñas, según un reporte de ONU Mujeres. El informé advirtió que las mujeres en medio de la emergencia sanitaria contaron con un un menor acceso a ingresos y empleo lo que impactarán en las brechas de género.