Autoridades de Estados Unidos solicitan información a empresas como Affirm, Afterpay, Klarna, PayPal y Zip sobre el funcionamiento de esta estrategia comercial, dado que podría representar un endeudamiento sin control entre clientes.
El uso de la modalidad de pago de “Compra Ahora y Paga Después” comienza a preocupar a las autoridades en Estados Unidos, esto se debe al potencial endeudamiento sin control que esta tendencia puede generar entre sus consumidores.
De hecho, más del 40% de los compradores en USA han usado al menos una vez un plan de “compra ahora y paga después”, así lo asegura una encuesta hecha recientemente por Credit Karma/Qualtrics, misma que incluso ha señalado que la audiencia que más usa esta modalidad de pago es la generación Z y los millennials más jóvenes.
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El crecimiento de esta tendencia ha beneficiado a empresas como Afterpay, uno de los principales prestamistas, la cual ha visto cómo sus ventas mensuales en los Estados Unidos se duplicaron con creces en noviembre del 2020 respecto al año anterior, hasta alcanzar los US $2,100 millones.
Por tal motivo, esta empresa junto a otras como Klarna, Affirm, PayPal y Zip han sido contactadas por la Oficina de Protección del Consumidor Financiero (CFPB, por sus siglas en inglés) para solicitarles información sobre los riesgos y beneficios que el Compra Ahora y Paga Después podría generar entre los consumidores.
Aumenta el uso de esta herramienta
La CFPB ha señalado que el uso de este sistema de pago ha crecido a un ritmo vertiginoso durante la pandemia y se ha usado masivamente en las recientes temporadas de descuentos como el Black Friday y Cyber Monday.
De acuerdo con el comunicado que ha hecho público la institución, los vendedores ofrecen a las empresas que prestan servicios de Compra Ahora, Paga Después entre un descuento del 3% y un 6% del precio de los productos, para garantizar la venta de su inventario.
Se trata de un porcentaje similar a las tarifas habituales de los operadores de tarjetas de crédito, por tal motivo los vendedores están dispuestos a satisfacerlo porque se ha constatado que con el Compra Ahora, Paga Después los consumidores compran con más frecuencia y gastan más.
“Compra Ahora, Paga Después es una nueva versión de los antiguos planes de reserva, pero con matices modernos y más rápidos por los que el consumidor consigue el producto inmediatamente, pero también se endeuda inmediatamente”, ha señalado en relación con la investigación Rohit Chopra, Director de la CFPB.
“Hemos solicitado a Affirm, Afterpay, Klarna, PayPal y Zip que nos remitan información de modo que nosotros podamos a su vez informar al público acerca de las prácticas del sector y de los riesgos que conllevan”, agregó la institución.
Las tres áreas de preocupación
Ante este escenario, la oficina señaló cuáles son las tres áreas que les genera preocupación sobre este mercado:
La acumulación de deuda. Frente al típico plan de reserva o de compra a plazos, que se usa ocasionalmente para financiar una gran compra, el Compra Ahora, Paga Después se está empleando para compras muy cotidianas debido a la facilidad de instalación y de uso de las aplicaciones.
Por tanto, la multiplicidad de compras en varias plataformas puede llevar fácilmente al consumidor a perder el control de su gasto y a acumular deudas difíciles de asumir. Los recargos por descubiertos proceden, en el caso de compras de este tipo, tanto del propio banco como del operador Compra Ahora, Paga Después.
Cuestiones regulatorias. La CFPB observa que algunas compañías que operan en el sistema Compra Ahora Paga Después no tienen un conocimiento preciso de las normas de protección del consumidor que se aplican a su actividad y no están informado adecuadamente de las implicaciones que tiene operar con ellos y de las obligaciones que conlleva, que no son las mismas que para una operación con tarjeta de crédito.
Captación de datos. La CFPB es consciente de que las compañías que operan en este sector tienen acceso a información muy valiosa sobre sus clientes y quiere tener más información sobre “recolección de datos, segmentación por comportamiento, monetización de datos y los riesgos que todo ello acarrea para el consumidor”.