Se trata de una versión experimental del modelo SUEDE, fabricado con materiales sostenibles como fibras de cáñamo. Se seleccionará a quinientos participantes para una prueba de durabilidad de seis meses.
La marca de indumentaria deportiva Puma dio a conocer el lanzamiento de un proyecto piloto que busca testar una versión biodegradable de su zapatilla más icónica, el modelo Suede. Unos quinientos usuarios formarán parte del programa “Re: Suede – No Time For Waste”, cuyo objetivo es optimizar la gestión de residuos en la industria del calzado.
Una nota de prensa Puma se pregunta cómo serán los zapatos y accesorios del mañana. Desde la marca hablan de impresión 3D y conversión de gases de efecto invernadero en biomaterial, también de materiales innovadores cuya característica principal es la sostenibilidad.
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“La industria de la moda está ideando todo tipo de formas de hacer que el sector sea más ecológico, o en principio un poco menos contaminante, con innovaciones diseñadas para reducir el impacto ambiental en las fases iniciales, durante o después de la fabricación del producto”, dicen desde Puma.
Compost a partir de zapatillas usadas
Con el mencionado proyecto piloto “Re: Suede – No Time For Waste”, el fabricante está tomando en cuenta la fase posterior a la producción, distribución y venta del producto, abordando un aspecto que históricamente poco ha importado a esta industria: la gestión de residuos.
Es así como la marca probará una versión biodegradable de su zapatilla Suede, un modelo que se lanzó en 1968. Basada en nuevas tecnologías, esta edición especial estará hecha de materiales sostenibles con el ante curtido Zeology, TPE biodegradable y fibras de cáñamo.
Se seleccionarán unos quinientos participantes en Alemania para unirse al programa, que se lanzará en enero de 2022, y permitirá a los participantes usar los zapatos “Re: Suede” durante seis meses y luego retornarlos a Puma.
El objetivo es asegurar la durabilidad del zapato en condiciones reales y asegurar su biodegradabilidad efectiva. Las zapatillas se enviarán luego al centro de reciclaje Valor Compostering B.V., con sede en los Países Bajos.
“El objetivo de este paso es determinar si se puede producir compost de grado A para uso agrícola”, explicaron desde Puma. La marca pretende compartir los resultados de esta investigación para permitir que toda la industria del calzado mejore su gestión de residuos.
Esta no es la primera vez que Puma lanza un proyecto de este tipo. En 2012, la marca desarrolló una zapatilla biodegradable, lanzada como parte de su colección InCycle. Sin embargo, esta primera iniciativa se suspendió después de cuatro temporadas debido a “la baja demanda y la necesidad de más investigación y desarrollo”, según el fabricante.
Esta última prueba forma parte de la estrategia de sostenibilidad “Forever Better” de la marca, que tiene como objetivo reducir los desechos para 2025 a través de una variedad de soluciones, incluido el aumento del uso de poliéster reciclado y el establecimiento de esquemas de devolución de productos.
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