Mes del orgullo
El club deportivo trabajará en un recinto 5G, con una pantalla de 360 grados y experiencias únicas para las cuales invertirá más de US $1.500 millones.
El Barcelona FC tratará una vez más renovar su estadio, después de varios años de intentos por llevar a cabo una renovación del estadio Camp Nou, finalmente todo apunta a que ahora se logrará de la mano de Joan Laporta, el actual presidente del club catalán.
Se trata de un proyecto que apunta a conquistar a una audiencia joven, para ello apuestan a convertirse en uno de los estadios más modernos del mundo, una posición que perseguirán con el desarrollo de un recinto 5G, dotado con una pantalla de 360 grados y experiencias únicas para los fanáticos.
LEE TAMBIÉN: El Barça intenta dar por superado el duelo por Messi y saca artillería pesada para recuperar su valor de marca
Además, buscarán ofrecer una gran cantidad de actividades fuera del fútbol. Para asumir estos trabajos, los dirigentes del Barcelona han puesto el ojo en el modelo de negocio de los estadios de Estados Unidos y el nuevo estadio del Tottenham, por lo cual están decididos a invertir un máximo de US $1.800 millones para el nuevo complejo deportivo y el estadio.
Monetizar a través de un público joven
Ante este escenario, el público joven se convertirá en el principal foco de atracción, no solo con la intención de llevarlo al estadio sino también para monetizarlo. Estos esfuerzos, según informa el sitio Palco 23, hoy en día la edad media de los socios del club es de 50 años, por lo cual la institución propone un nuevo concepto de estadio que pasará por ofrecer la tecnología de última generación.
Pese a que la intención está inspirada en el modelo de negocio de Estados Unidos, el consejero delegado del club, Ferran Reverter, aseguró que tampoco se quiere llegar a que el partido de fútbol reste protagonismo en todo el espectáculo.
En cuanto al estadio del Tottenham, el Barcelona también perseguirá realizar una inversión aunque de menos dinero, ya que para la construcción de ese estadio se gastaron 1.000 millones de libras esterlinas.
