Cuando Vans nació en 1966, no tenía en sus planes ser el símbolo del skateboarding que, en ese entonces, iba incorporando acrobacias. ¿Cómo se convirtieron en un símbolo para toda una comunidad?
La identidad de un negocio es un proceso que conlleva arduo trabajo. Definir su nombre, público objetivo y demás lineamientos de la marca es un trabajo que definirá su curso. Sin embargo, aunque todo esté perfectamente estructurado, las cosas pueden salirse del libreto. Esto es lo que sucedió en la historia de Vans, que nació en 1966 con un propósito y sus usuarios definieron su identidad en el camino. ¿Cómo se transformó en una marca insignia para las generaciones jóvenes?
El camino original de Vans
La historia inicia con los hermanos Paul y Jim Vans Doren junto a dos socios. La fábrica Van Doren Rubber Company abrió sus puertas en California el 16 de marzo de 1966. Parte importante de su atractivo para el público era que elaboraban el calzado en sus instalaciones y se vendía directamente al público. El primer día se vendieron 12 pares de zapatos. Algunos registros señalan que los clientes podían ir a comprar el calzado por la mañana para recogerlo por la tarde.
Van Doren buscaba mejorar su oferta constantemente. Fue en uno de esos intentos en los que aplicó un cambio que perfilaría la identidad de la que hoy goza Vans. Cambió la suela de sus zapatos a una de goma para que resultara más “pegajosa” y se adhiriera al suelo. En la parte que recubre el resto del pie decidieron usar materiales versátiles para que las telas se adapten al gusto de los clientes.
La relación de Vans y el skateboarding
No lo sabían aún, pero la apuesta de la fábrica Van Doren por las suelas de goma sería el generador de su éxito entre los jóvenes. En la década de 1960, los jóvenes en Estados Unidos abanderaban el mensaje de la libertad de expresión. En ese contexto, nacía la fiebre por el skateboarding. El grupo Zephyr implementaba acrobacias propias del surf y reinventaba el patinaje. La fórmula se componía por una persona, una tabla y un calzado que les permitiera rodar y saltar en piscinas vacías.
Así es como los skaters del sur de California adoptaron el producto a principios de los 70’s y la convirtieron en una tendencia en la comunidad y entre los adolescentes. Además, se dice que el nombre de la compañía cambió por ellos, ya que acuñaron el término “House of Vans” para referirse a la tienda. De acuerdo con la marca, los skaters las preferían por su composición robusta y la suela.
Ya consciente de la demanda por parte de los skaters, en 1976 Vans lanza el modelo #95, las hoy icónicas “The Era”. El diseño fue elaborado por Tony Alva y Stacy Peralta. Si bien permitía diferentes combinaciones de colores, la mezcla de azul y rojo fue la predominante. A su vez, el eslogan “Off the wall” (fuera de la pared), hacía su debut.
La consolidación de la marca
El año siguiente, 1977, es lanzado el modelo Old Skool. Este ya contemplaba demandas específicas de skaters, pues incorporó panelas de cuero para mayor durabilidad. El trazo denominado originalmente “jazz stripe”, fue creado por Paul Van Doren sin mayor planificación. Hoy es un distintivo de la marca Vans. Con el lanzamiento del modelo #98, también se fue conquistando a los riders de BMX.
Hacia final de la década del 70, ya contaban con 70 tiendas y vendían a través de distribuidores nacionales e internacionales. Para ese momento, el modelo Sk8-Hi se había posicionado como moda. Su estilo que cubría el tobillo brindaba más protección al pie y se colocaba como una nueva tendencia. Por otro lado, un momento icónico para Vans fue cuando su modelo classic Slip-Ons fueron usadas por Sean Peen en la película Fast Times at Ridgemont High en 1982.
La bancarrota de Vans y su sólida relación con el skateboarding
Pese al claro posicionamiento y la alta demanda de sus productos, Vans se declara en bancarrota en 1984. La empresa argumentó que su amplia gama de productos drenó sus recursos sin poder superar su deuda. A través de un plan de reorganización, Paul Van Doren asume la presidencia y promete a los empleados un aumento de sueldo entres años, mientras tanto, se recortaría el presupuesto en todo, salvo en la calidad del calzado.
De esta manera, en 1987, Vans pagó a todos sus acreedores y reemerge de la deuda. Más tarde su relación con el skate continúo creciendo. El año siguiente lanza el modelo en colaboración con Steve Caballero, siendo el primer zapato de firma skate del mercado. En 1996 patrocina el evento inaugural de la triple corona de skateborading. En 1998 abrió un skatepark.
Actualmente, le pertenece a la empresa matriz VF Corporation. Esta compañía también es propietaria de The North Face, Sumer, Timberland y Dickies.