Las devoluciones generan pérdidas de US$102 mil millones en Estados Unidos y Amazon encuentra en la economía circular una alternativa para dejar de convertir estos productos en desechos.
Uno de los escándalos más recientes asociados al comercio electrónico involucra a Amazon, a través de un reportaje se demostró que la compañía convierte alrededor de 124.000 productos devueltos en basura semanalmente. La investigación fue revelada por ITV News en Reino Unido, pero ya hay un precedente, Greenpeace denunció esta práctica en otros territorios como Alemania o Francia, sumando una nueva crisis reputacional a nivel internacional para la empresa.
En relación con el caso del ecommerce americano, desde la industria de la gestión de residuos aseguran que este tipo de prácticas es bastante frecuente entre las empresas. Las marcas de lujo, por ejemplo, destruyen aquellos productos que no se venden e incluso, en el sector alimentario las cifras son más alarmantes. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que el 17% de los alimentos para los seres humanos terminan en la basura.
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Se trata de una cifra que se traduce en 931 millones de toneladas de comida, que pudieron ayudar a alimentar a 690 millones de personas en estado de desnutrición en todo el mundo, de acuerdo con datos del mismo informe de PNUMA. Pero, a pesar del impacto ambiental de los desechos y de estar presentes en una época en la que el tema del cambio climático está a la orden del día, tal parece que ninguna empresa está incurriendo en ilegalidad, ni siquiera Amazon.
El mismo reportaje de ITV aclara sobre este vacío legal en Reino Unido y aseguran que se trata de una práctica cuya intención es deshacerse del exceso de stocks, para que estos no terminen por devaluar el precio de los productos que ofrece la empresa. Aun así, el impacto mediático ha afectado tanto en la reputación del caso Amazon que el gobierno británico anunció que investigaría el caso, mientras que el eCommerce también se ha visto en la obligación de tomar cartas en el asunto.
El trasfondo de las devoluciones de compras
La compañía de Jeff Bezos se ha excusado ante esta situación explicando que gestionar las devoluciones es realmente retador, así lo aseguraron en El Periódico de España. Una de las razones principales de esta realidad es que Amazon cobra a los comerciantes más de US$26 por almacenar los productos, una cifra que se puede multiplicar al cabo de un año hasta convertirse en más de mil dólares, de acuerdo con una investigación publicada por el Daily Mail en Francia.
Incluso, en la misma investigación, un seller señaló que la empresa le cobraba más de US$20 por devolverle el producto, pero solo 14 céntimos por destruirlo. Demostrando de esta forma que el contexto también encierra una necesidad de rentabilidad. Pero la realidad no es diferente en otros escenarios como el estadounidense, donde se ha demostrado que las devoluciones se han convertido en el dolor de cabeza del ecommerce.
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De acuerdo con las cifras reveladas por la Federación Nacional del Comercio Minorista (NRF), revelan que el comercio electrónico ha generado grandes ingresos para los retailers alcanzando los US$565 mil millones, pero también nos ofrece un monto detallado de las devoluciones de ventas que se alzan con US$102 mil millones.
Llegados a este punto, algunos portavoces de la empresa aseguran que desde Amazon “trabajan activamente para evitar el desperdicio de productos; Desarrollamos y proporcionamos a los vendedores herramientas de previsión de la demanda y las combinamos con programas que permiten mejorar la gestión de bienes no vendidos”.
¿Qué está haciendo Amazon para enfrentar el desafío de las devoluciones?
En todo caso, la presión de la opinión pública en un contexto en el que la preocupación por el impacto ambiental copa la agenda comercial y comunicativa del mercado, han empujado al gigante del ecommerce a tomar cartas en el asunto. Y así ha sido, en agosto del 2021 anunciaron un nuevo plan para volver a darle vida a los productos devueltos apostando por la economía circular.
De acuerdo con declaraciones por parte de la misma empresa este programa comenzaría su expansión internacional en el 2022.“Evaluaremos cada artículo seleccionado a través de un riguroso proceso de inspección de varios puntos, que da como resultado la asignación de una de las siguientes condiciones: usado-como nuevo, usado-muy bueno, usado-bueno y usado–aceptable. Después, el artículo se volverá a poner a la venta en Amazon, al precio que establezca el vendedor”, explican desde Amazon.