Mes del orgullo
Se trata de un trabajo colaborativo entre 40 profesionales de diferentes países, quienes celebran en esta pieza diferentes estilos de animación.
La pandemia ha dado la sensación de que las fronteras son cada vez más amplías, pero un nuevo corto le demuestra a los creativos que estamos más cerca de lo que pensamos. “Pass the Ball” o “pas la bola” al español, presenta el trabajo de 40 animadores diferentes “pasando” literalmente una pelota alrededor del mundo a través de su arte.
Se trata de una pieza que busca transmitir cómo es ser parte de algo más grande que nosotros mismos. Así, “Pass the Ball” incluye animaciones de tres segundos de una bola roja que se mueve de la secuencia de un animador a la siguiente.
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Con 40 artistas de diferentes países involucrados en el proyecto, el corto se convierte en una celebración de los estilos de animación. De hecho, en la pieza se aprecian desde stop-motion y animación generada por computadora hasta varias versiones de diseños dibujados a mano.
Pero el audiovisual es a su vez un tributo a la colaboración. El cerebro del proyecto, Nathan Boey, un animador canadiense, aseguró que esta película requirió 40 meses de trabajo. ¿Por qué dedicar todo ese tiempo a un cortometraje? Boey compartió la inspiración detrás del proyecto en su cuenta de Instagram.
“Siempre me gustó cómo los raperos podían colaborar con otros raperos presentándolos en sus canciones. Eso no existe de la misma manera en el mundo del cine.
Hace años se me ocurrió una idea que permitiría a los animadores trabajar con otros animadores que admiraban de todo el mundo en el mismo proyecto… meses y meses y meses después, este es el resultado”, aseguró Boey.
Asimismo, el canadiense aseguró que todo el esfuerzo valió la pena porque si estas fueran solo 40 formas diferentes de animar una bola roja en movimiento, sería interesante, pero no sería tan significativo.
Por supuesto, Boey nunca podría haber predicho qué tan cierto sería eso cuando comenzó a trabajar en su corto. Hace cuarenta meses no nos sentíamos tan desconectados el uno del otro. “Ojalá no tengamos que esperar tanto para volver a sentirnos conectados entre nosotros”, concluyó el creativo.
