De acuerdo con varios estudios, desde su masificación en los años 50 hasta la fecha, los seres humanos hemos producido más de nueve mil millones de toneladas de desechos plásticos que han terminado contaminando nuestros océanos y acabando con la fauna marina. Muchos animales consumen plásticos accidentalmente, bloqueando sus vías digestivas y provocando su muerte.
Una de las principales preocupaciones que los consumidores están empezando a asimilar es que el plástico tarda más de 400 años en descomponerse y es por eso que cada vez más se acumulan en vertederos y ecosistemas a lo largo del tiempo.
Como resultado, las percepciones de los consumidores con respecto al plástico ha cambiado drásticamente en los últimos años. Según un estudio realizado por Kantar Worldpanel, alrededor del 44% de los consumidores afirman que en el último año se han dado cuenta de lo dañino que es el plástico innecesario, mientras que el 70% señala que planea tomar acción frente al problema consumiendo menos plásticos de un solo uso. Por ejemplo, el 34% de los encuestados dice que estaría feliz de cambiar a alternativas más sostenibles como una taza de café reutilizable al momento de recoger sus bebidas matutinas.

A nivel local, me topé con una iniciativa increíble de uno de los gigantes del consumo masivo. P&G, con una de sus marcas más icónicas, Head & Shoulders, ha lanzado al mercado una botella cuya composición es 25% desechos plásticos recolectados por voluntarios en diversas partes de Latinoamérica durante jornadas de limpieza de playas. Para la producción de esta botella, se necesitó un aproximado de 22,000 Kg de materia prima recolectada por voluntarios en playas Latinomericanas. Esta cantidad de plástico en vez de haberse quedado en los océanos fue transformado en un plástico de alta calidad.
Adicional a este proyecto, Head & Shoulders se comprometió a liderar un cambio positivo en la industria. “Nosotros reconocemos que necesitamos aumentar la educación y la conciencia alrededor del reciclaje en Latinoamérica y es por eso que nos juntamos con expertos en la sustentabilidad y comunidades locales incluyendo voluntarios y ONGs”, dijo Jose Alberto Derlon, vicepresidente del sector de belleza de P&G Latinoamérica. “No solo esperamos ayudar a reducir residuos de plástico en los océanos, pero también queremos inspirar al consumidor a que recicle, dándole una segunda vida al plástico”.

Ser más ecoamigables y deshacerse de plástico innecesario no solo es útil para construir una buena reputación, sino también puede resultar muy rentable. En 2012, San Luis,una de las marcas top de la categoría de bebidas no alcohólicas, lanzó su nueva presentación EcoFlex que reducía a casi 2/3 la cantidad de gramaje de la botella, es decir, utilizaba mucho menos plástico para su fabricación. Este lanzamiento fue acompañado del claim “Dale la Vuelta”, para educar a los consumidores a que sus desechos ocupen menos espacio para facilitar el reciclaje, a la vez que evitaban que vuelvan a utilizar las botellas como recipientes para contener otros líquidos. El menor gramaje en la composición del nuevo empaque generó un ahorro estimado de 1,200 toneladas de resina en producción de botellas al año.
Este material ha dejado de ser conveniente, no solo para el medio ambiente, sino también para la rentabilidad. Con estos dos grandes ejemplos queda demostrado que sin plástico hay paraíso.
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