A nivel mundial, se observa un creciente entusiasmo por la cultura del anime, ¿cómo pueden aprovecharlo las marcas?
El entusiasmo por la cultura del anime es una realidad tangible a nivel mundial y la industria del marketing no escapa de ella. De hecho, las marcas y minoristas que se suman a la tendencia gráfica están descubriendo su capacidad para atraer consumidores más jóvenes. Según Meta Audience Insights, el cómic (estilo gráfico similar al anime) en Perú tiene una audiencia potencial que supera los ocho millones de usuarios. Estos son los valores que proyectan su auge a nivel mundial.
Una tendencia que gana terreno en todo el mundo
En la pantalla grande se observa el reciente lanzamiento de una serie de grandes películas de anime japonesas. Entre ellas Spy x Family Code: White, ha impulsado aún más el interés de larga data en esta área. Además, este año la película El niño y la garza ganó el Óscar a la Mejor Película de Animación.
En gran medida, gracias al auge de los títulos de anime, las películas japonesas ocupan el segundo lugar, después de los títulos estadounidenses, en lo que respecta a las importaciones a China, refiere Variety. Por otro lado, recientemente se lanzó en Beijing (China) una nueva plataforma minorista, GuGu Home. Su propósito es reunir productos de anime y experiencias inmersivas de grandes franquicias de IP (propiedad intelectual, por sus siglas en inglés) de anime.
También se registra que, cuando la cadena de bubble tea, Heytea, se asoció con un popular juego de citas basado en anime a principios de este año, se vio abrumada por los pedidos. Las fans femeninas esperaban en fila durante horas para tomarse fotografías con recortes de tamaño natural de sus personajes favoritos. Así lo informó Walk The Chat.

¿Cómo se beneficias las marcas con el auge del anime?
Lejos de lo que se pensaba hace algunos años, el anime ya no es un tema de interés de nicho. Las marcas y los minoristas pueden aprovecharlo con éxito en colaboraciones auténticas y sensibles.
Por ejemplo, la Generación Z, el grupo demográfico más cinéfilo, está cada vez más expuesta a contenidos occidentales. Al punto de que «hay una desconexión creciente en China con el contenido occidental, y tal vez incluso con los valores occidentales», explica Julien Favre, ejecutivo de Road Movies, un distribuidor de películas chino. «Pero la misma gente sigue siendo una generación que lee manga y mira anime japonés».
