Según la coalición de demandantes, Meta ha engañado en varias ocasiones al público al minimizar los riesgos inherentes a sus plataformas y ha promovido el uso compulsivo de las redes sociales en niños y adolescentes.
Meta enfrenta una demanda colectiva en el estado de California que alega que la compañía ha fomentado una dependencia a las redes sociales entre los niños y adolescentes, lo que pone en riesgo su salud mental. Con el respaldo de fiscales de 41 estados de EE. UU. y el Distrito de Columbia, se acusa a la compañía de utilizar tecnologías avanzadas para seducir y capturar la atención de los jóvenes, priorizando sus ganancias sobre el bienestar de sus usuarios.
Según la coalición de demandantes, Meta ha engañado en varias ocasiones al público al minimizar los riesgos inherentes a sus plataformas y ha promovido el uso compulsivo de las redes sociales en niños y adolescentes. Se alega que la empresa busca que los jóvenes pasen el máximo tiempo posible en sus plataformas, a pesar de ser consciente de su vulnerabilidad ante la necesidad de aprobación a través de los «likes».
La demanda también destaca la contradicción entre las afirmaciones públicas de Meta y la realidad revelada por investigaciones internas. La compañía ha negado públicamente que sus plataformas sean perjudiciales para los jóvenes, aunque cuenta con evidencia interna que sugiere lo contrario.
La coalición de demandantes busca una serie de reparaciones por los daños causados por Meta, incluyendo sanciones sustanciales de naturaleza civil. Este caso se suma a una serie de acciones legales que han puesto bajo escrutinio a las redes sociales en los últimos años, debido al poder que han adquirido y al limitado control ejercido por las autoridades federales.
El catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad de Richmond, Carl Tobias, señala que Meta utiliza los datos en su poder para maximizar el «engagement» de los jóvenes, pese a conocer los posibles efectos negativos de sus prácticas en la salud mental de este grupo demográfico.
El impacto de las redes sociales en la salud mental de niños y adolescentes fue destacado en 2021, cuando Frances Haugen, ex empleada de Meta, reveló documentos internos que evidenciaban el deterioro de la autoimagen de las adolescentes debido a Instagram, algo que la red social estaba al tanto. Las revelaciones de Haugen, mencionadas en la demanda, llevaron a una audiencia en el Congreso de EE. UU. sobre el pernicioso efecto de las redes sociales en los jóvenes.
En un discurso del pasado febrero, el presidente Joe Biden abordó el impacto negativo de las redes sociales en los jóvenes y urgió al Congreso a aprobar legislación para abordar el problema, con apoyo tanto del Partido Demócrata como del Partido Conservador.
Esta no es la primera vez que empresas de redes sociales como Meta enfrentan demandas colectivas por el perjuicio a la salud de los jóvenes. A principios de este año, se presentó una demanda en nombre de más de 100 familias que acusaban a compañías como Meta, Snapchat, Google y TikTok de dañar a los jóvenes con sus productos.