La marca no solo inauguró el centro comercial más grande del Perú, también tuvo un importante cambio de imagen y de su modo de conectar con el público.
La transformación del retail en Perú es cada vez más evidente, sobre todo en los centros comerciales. Desde hace un par de años, los malls se han preocupado por evolucionar: así, de ser lugares a los que la gente va solo a comprar, buscan ser espacios de encuentro y entretenimiento. Real Plaza, además, lo ha llevado más allá.
Para empezar, la cadena ha generado campañas que producen una mayor conexión con el público, como “El regalo equivocado”, que publicó en la Navidad pasada; “Si no lo usas, ya no es tuyo”, acción que buscó recolectar donaciones para los afectados por las heladas, y “Todos estamos aquí para ser felices”, que presentó en apoyo a la comunidad LGBTI, para fijar su posición en contra de cualquier tipo de discriminación y en pro de la felicidad en todas las personas, sin importar sus diferencias.
Y su labor no se limitó al nivel de comunicación publicitaria, su cultura interna pretende generar felicidad; de hecho, su propósito de crear espacios públicos vivos, donde todos puedan ser felices, está en cada esquina del centro comercial, en las mismas personas que desde hace un tiempo te reciben para saludarte y con una sonrisa inmensa desearte un buen día.
Su innovadora identidad apareció bajo el lema: “Desde hoy cambiamos para compartir más felicidad”. El nuevo logo dejó atrás el antiguo diseño de formas redondeadas y suaves, de colores alegres aglutinados bajo un violeta elegante, simple y familiar, para pasar a una imagen que apuesta por una mayor exclusividad, introduciendo una tipografía con serífas de corte más elegante y moderno, y la redefinición de su isotipo, mostrándose como el león del retail.
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Y es así como esta nueva cara de la marca encaja perfectamente con la gran apertura del Real Plaza Puruchuco, una de las inauguraciones más esperadas de los últimos tiempos, por todo lo que representa. El nuevo mall, que es el resultado de 480 millones de soles de inversión, no solo es el más grande del Perú construido de una sola vez, con más de 125.000 metros cuadrados y más de 250.000 de espacio construido, sino que resulta todo un ícono de sostenibilidad ambiental, al ser certificado por diseño sostenible EDGE (Excelencia en Diseño para Grandes Eficiencias). Esto, gracias a su eficiencia en el uso de energía, agua y materiales, con la que logrará un 22% de ahorro en energía, 47% en agua, 70% en energía incorporada en materiales y reducirá 7.900 toneladas de CO2 al año. Además, hará una importantísima contribución al generar en promedio 6.500 puestos de trabajo, directos e indirectos.
En palabras de Claudia Maldonado, gerente de Marketing de Real Plaza, “Puruchuco es el hito del rebranding que hemos tenido, porque es el centro comercial que capitaliza todo lo que venimos trabajando para darle felicidad a la gente. Desde la señalética, el logo, el diseño de los espacios, las implementaciones para entretenimiento, hasta Layo que está para recibir a todos. Real Plaza Puruchuco viene a reunir todo lo que venimos desarrollando desde hace tres años, para poder ofrecer una experiencia mucho más memorable a nuestros visitantes”.
Además, el gran aporte de la firma propiedad del grupo Intercorp se ha visto proyectado en importantes resultados. Fue la única compañía de su sector en el Ranking Merco Empresas y Líderes 2019, al ubicarse en la posición 34 de las 100 firmas con mejor reputación corporativa del país. Ya para finales de 2019, Kantar la posicionó en el número 07 de su ranking de las marcas más valoradas del Perú, escalando 3 puestos en comparación con el 2018. Además, es la segunda empresa con mayor crecimiento, representado en un 52%, tras pasar de 308 millones en 2018 a 468 millones en 2019.