Alvaro Quevedo, director publicitario peruano, descubrió su pasión mientras observaba un rodaje para un anuncio de cerveza. A pesar de que la profesión no era considerada una opción viable en esa época, decidió seguir su sueño. En la actualidad cuenta con más de 20 años de experiencia y ha trabajado en campañas publicitarias para marcas internacionales como Volkswagen y Colgate.
A finales de la década de los 90, Alvaro Quevedo quería unirse a la Marina de Guerra del Perú, aunque realmente no estaba tan motivado. Un día, su hermano mayor lo invitó a un set de filmación para que viera cómo se hacía la publicidad. Recuerda que fueron tres días de grabación para un anuncio de Pilsen Trujillo.
“Ahí fue cuando vi las cámaras de cine por primera vez en mi vida, y sí tengo memoria de que yo pensaba en cómo se hacía todo eso porque era una profesión que nunca la escuchabas en esa época. En ese tiempo ser publicista era el comienzo de una persona que no tenía futuro”, comenta para Mercado Negro.
Pese a que el escenario no era alentador, Alvaro empezó a soñar con convertirse en director publicitario. Poco después, tuvo la oportunidad de viajar a Santiago de Chile para ser asistente de una productora.
“Cuando volví al Perú, decidí estudiar una carrera relacionada a la publicidad, Comunicaciones, pero la universidad quedaba muy lejos, entonces ingresé al entonces llamado Instituto Nacional de Telecomunicaciones. Allí aprendí el lenguaje audiovisual”.
El director publicitario dice que desde ese momento no se ha detenido. Ha realizado anuncios para Ripley, Powerade, Volskwagen, Colgate y otras marcas de alcance internacional. Uno de sus últimos trabajos fue para la línea de cuidado para el cabello Amarás y asegura que se trata de la campaña más hermosa que ha llevado a cabo.
“Este proyecto ha sido muy especial, una experiencia única. La campaña trata de los retos que las mujeres tienen con su pelo y los diferentes climas que tenemos en Perú, planteando que todo gire en torno a la belleza real de la mujer peruana, evitando los estereotipos con los que venimos quitándole validez”, detalla.
Cuenta también que para grabar el video trabajaron con Ken Arthut, experto en cabello que ha estado presente en varias campañas de marcas de shampoo. Además, viajaron mucho para documentar los distintos climas del Perú e hicieron un casting muy riguroso, de por lo menos 300 mujeres, para escoger a las 8 protagonistas.
El publicista lleva varios años viviendo en Estados Unidos. Durante su trayectoria en el extranjero, ha logrado alcanzar importantes premios en festivales de publicidad en Centroamérica, EE. UU. y otros países. Ahora ha decidido volver al Perú.
“Mi retorno al Perú es estratégico. Todo ha cambiado y quiero aprender muchas cosas nuevas y siempre he vuelto a mis raíces, al idioma que entiendo, para empezar a experimentar con varias ideas”, enfatiza.