Se trata de un homenaje a cargo de la Conmebol para poner en relieve el legado del legendario futbolista, a un año de su fallecimiento. El trabajo creativo de la campaña está a cargo de Mercado McCann.
Para rendir homenaje a Diego Armando Maradona a un año de su partida, la Conmebol se embarcó en una muestra de afecto y admiración realmente llamativa: bautizó a una estrella con el nombre del futbolista.
Para resaltar la rutilante carrera del ídolo de Villa Fiorito, la organización futbolística hizo los arreglos para que a partir de ahora la estrella que se ubica en las coordenadas RA: 12h 08m 21.5s DEC: -50° 50′ 16.8″ y que es observable a simple vista en todo el hemisferio sur, lleve el apelativo de Maradona.
La gestión fue realizada ante Star Registration, bajo el número 1307-87268-2718878.
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La idea original de este homenaje viene por parte de creativos de Mercado McCann, agencia que lanzó una campaña titulada “Porque brilló en la tierra, ahora brillará en el cielo”, para dar a conocer la noticia. La acción está liderada por un spot que informa sobre la noticia del astro celeste y vuelve a poner sobre la mesa el valor de Maradona en la historia del deporte de América Latina.
Sobre el Diez
Diego Maradona es considerado de forma unánime como uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos. La magia de su camiseta 10 perdura en la memoria de los argentinos, y también de los napolitanos, en una mezcla de veneración y agradecimiento eterno por la alegría brindada por el crack. En su galería de jugadas antológicas está el polémico gol «la mano de dios», además del gol más espectacular del siglo. Los excesos y controversias de su vida privada exacerban el lado más humano de una figura legendaria.
Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre de 1960 en un barrio humilde llamado Villa Fiorito, en el partido bonaerense de Lanús. Empezó a jugar al fútbol a los 9 años en el equipo infantil Los Cebollitas. En 1976, a los 15 años, fue contratado por Argentinos Juniors, un importante club de primera división. Un año después fue convocado para jugar en la selección nacional. Le decían «el pibe de oro» («el muchacho de oro»).
A los 17 años, ya era uno de los 25 mejores jugadores argentinos, pero no estaba maduro lo suficiente como para formar parte del equipo que consagró a la Argentina como campeón del mundo en la copa que el país organizó en 1978. En el año siguiente, Diego fue el capitán del equipo que ganó el mundial sub-20 en Japón.
En 1980, fue vendido al Boca Juniors, uno de los equipos más grandes de Argentina, y dos años más tarde al Barcelona de España, por una cifra récord. Ya en 1984, fue contratado por el Napoli de Italia y allá tuvo un desempeño brillante, conquistando dos campeonatos italianos (1987 y 1990), una Copa Italia (1987), una Copa UEFA (1989) y una Supercopa Italiana (1990).
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Su auge como jugador fue en la Copa del Mundo de 1986 en México, cuando condujo la victoria de la selección argentina sobre Alemania (3-2) en la final. En el mismo mundial, un inspirado Maradona anotó en el partido ante Inglaterra por los cuartos de final dos de sus tantos más memorables: el gol de mano que pasó a la posteridad como «la mano de dios», y la jugada que años después sería elegida como el «gol del siglo»: partiendo del círculo central, eludió a 5 adversarios y también al arquero antes de clavar la pelota en el arco. La victoria por 2-1 resultó en la eliminación de Inglaterra y representó, en un plano simbólico, una suerte de redención para los argentinos, quienes habían sufrido la derrota en la Guerra de Malvinas tan solo 4 años antes.
En sus últimos años, se desempeñó como director técnico de varios clubes: Al Wasl FC de Dubai (2011-12), Al Fujairah SC de los Emiratos Árabes (2017-18), Dorados de Sinaloa de México (2018-2019) y, finalmente, del club argentino Gimnasia y Esgrima de La Plata (2019-2020).
Diego A. Maradona murió el 25 de noviembre del 2020, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.