Conquistar a una audiencia de todas las edades se ha convertido en el desafío que la empresa de entretenimiento quiere dominar y, con este spot, intenta seducir a nuevos suscriptores demostrando que la plataforma de streaming no es solo para niños.
El contenido dirigido a todo público ha sido por años la piedra angular de la estrategia comercial de Disney, pero, tal parece que esto ya no tiene cabida en la era del streaming. Así lo demuestra una vez más en su nueva campaña, donde intenta dejar claro que en la plataforma hay una variedad de contenidos lo suficientemente capaz de satisfacer a todas las generaciones, tal y como lo hacen sus competidores Netflix o Amazon.
La pieza, desarrollada junto a la agencia Leo Burnett London, ha sido bautizada “House of Disney”. En tal sentido, el spot traslada a un conjunto residencial el mítico castillo donde tienen lugar grandes historias y cuentos de hadas.
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Con esta idea en mente, en el audiovisual cada familia disfruta una producción diferente, no solamente para presumir de su amplio catálogo, sino para grabar en el imaginario colectivo de que Disney+ no es solo para niños.
“Disney es conocida por contar historias atemporales y, con esta campaña, queremos asegurarnos de que los espectadores entiendan que Disney+ es un lugar que ofrece una gran variedad de contenido icónico”, señaló Usama Al-Qassab, vicepresidente de marketing de Disney+ EMEA.
Una idea que, en sí misma, se ha estado gestando en la empresa de entretenimiento desde hace más de un año, la cual se hizo aún más notable tras su alianza con Star para ofrecer a su vez contenido para adultos, pero sobre todo fue más evidente con el lanzamiento de Cruella.
La película basada en la vida de la mítica villana amante de la moda se desprendió de una tradición de más de 60 años, en los que Disney apuntaba por un contenido para todo público y ahora se decantaba por una clasificación de mayores de 13 años (PG-13) en las salas de cine.
Pero, ¿por qué este cambio de timón en el gigante del entretenimiento? Resulta que la competencia no solo es voraz en el streaming, según el diario anglo el Journal, la percepción sobre el contenido es decisiva y tanto adultos como niños son cada vez más exigentes a su manera.
A pesar de los esfuerzos que hacen los estudios por hacerle entender a los padres que también pueden disfrutar una de las películas de Disney, por su parte los más jóvenes pueden llegar a decidir que ciertas películas son demasiado infantiles y es por esto que la clasificación PG-13 se ha convertido en la cima que todos quieren alcanzar.
“La puntuación G -público menor de 8 años – para la mayoría de las películas es, en el mundo de hoy, el beso de la muerte” de acuerdo con la opinión de Paul Dergarabedian, analista de medios de Comscore al diario, agregando que la “receta para el éxito” consiste en lograr una calificación G-13.