Por primera vez en varias décadas, esta productora lanza una película para mayores de 13 años con la esperanza de ampliar su público objetivo en un mercado tan competitivo.
Disney decidió romper una tradición de 60 años generando contenido para todo público con el estreno de Cruella, esto bajo la esperanza de ampliar su cartera de contenidos y mantenerse entre los líderes del streaming. Pese a resultar una estrategia un tanto sorpresiva para algunos públicos, lo cierto es que es parte de un plan que se viene gestando desde hace algún tiempo en la plataforma de la compañía tras su alianza con Star para ofrecer a su vez contenido para adultos.
En la guerra del streaming todo se vale. Y esto quiere decir que, si una plataforma no cuenta con una cartera de contenidos lo suficientemente robusta para mantener el vínculo con el consumidor, lo cierto es que muy probablemente esto migren a otros servicios como Amazon o Netflix. En esta carrera por mantenerse en el top, Cruella ha marcado un papel fundamental con su clasificación PG-13 en Estados Unidos, es decir para mayores de 13 años.
A pesar de que Disney es el líder indiscutible del storytelling, con sus películas que históricamente buscan entretener a toda la familia, también es cierto que las audiencias son cada vez más exigentes. Retomando las categorías y clasificaciones, la percepción sobre un contenido es decisiva y el ecosistema cinematográfico intenta alejarse de ser calificados con una G, para menores de 8 años.
De acuerdo con el diario anglo el Journal, los estudios se esfuerzan por hacerle entender a los padres que ellos también pueden disfrutar una película en categoría G, pero la audiencia infantil es también, a su modo, difícil. Cualquiera que tenga 8 años o más puede creer que este tipo de cintas es muy infantil para ellos, esto sin duda es un problema para el negocio.
“La puntuación G para la mayoría de las películas es, en el mundo de hoy, el beso de la muerte” de acuerdo con la opinión de Paul Dergarabedian, analista de medios de Comscore al diario, agregando que la “ receta para el éxito” consiste en lograr una calificación G-13.