El periodista Diego Salazar reveló que las piezas que Cristhian había expuesto en sus redes y en la entrevista para la revista Somos fue mentira.
Hace unos días la revista Somos y el diario El Comercio publicaron un artículo acerca del artista Cristhian Hova, donde se destacan las ilustraciones que supuestamente habría realizado como las portadas alternativas de películas de Marvel y una para Century Fox, pero lo que más llamó la atención fueron las tres carátulas para la revista The New Yorker que señaló había realizado.
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El día de martes 25, el periodista Diego Salazar reveló que las piezas que Cristhian había expuesto en sus redes y en la entrevista para la revista Somos era mentira, el dibujante había inventado las portadas para The New Yorker y Marvel. Lo más sorprendente fue que hasta editaba las fotos de sus dibujos poniendo el logo de la revista americana y retocaba las fotografías de artistas internacionales.
“No recordaba haber visto nunca esa imagen en The New Yorker, y mucho menos en portada, así que de inmediato fui al archivo digital de la revista. Había algo familiar en la ilustración, además del trazo de vectores que ha hecho reconocible el trabajo de Hova, pero en ese momento todavía no sabía qué. En el archivo del New Yorker revisé todas las portadas de la revista entre 2016 y 2017, un total de 75, ninguna de las cuáles mostraba la ilustración del artista peruano. Había una, publicada en el número del 23 de enero de 2017, con motivo de la toma de poder de Trump, que tenía un vago parecido temático. Aun cuando el trazo de su autor, Barry Blitt, no tiene ninguna semejanza con el de Cristhian Hova”, escribió el periodista en su informe en el blog ‘No hemos entendido nada’.
La primera imagen es la ilustración de Hova, mientras que la segunda es la real portada de ‘The New Yorker’ realizada por Barry Blitt.
Ante ello, Salazar siguió su investigación y encontró una segunda portada para este medio y que tenía como protagonista al fallecido David Bowie. “Al parecer, otro trabajo suyo había aparecido en las páginas de The New Yorker. De hecho, en una entrevista aparecida en la sección postdata del diario El Comercio el viernes 7 de abril de 2017, el periodista Renzo Giner Vásquez dice lo siguiente: “El año pasado uno de sus dibujos acompañó la nota que hizo The New Yorker tras la muerte de David Bowie y en marzo de este año volvieron a recurrir a él para graficar al presidente Donald Trump”. A continuación, Giner Vásquez le pregunta al artista: “¿Cómo te contactó The New Yorker?”, a lo que Hova responde: “A través de una agencia con la que trabajo. Yo solo hice el dibujo y ellos se encargaron de todo”. El mismo ilustrador compartió ese día la entrevista en su cuenta de Instagram.
El periodista encontró varias portadas promocionadas por el ilustrador que no se encontraban ni impresas ni en la version digital de The New Yorker. Ante ello Salazar se comunicó con el comité editorial de la revista Somos para confirmar si toda la información brindada en la entrevista era cierta. “Me lo dijo él. Y estaba en la nota de prensa cuando me ofrecieron la entrevista”. Así que repregunté: ¿En ningún momento verificaste si en efecto se habían publicado? “No”,dijo Renzo Giner Vásquez, autor de la entrevista publicada a Salazar.
El equipo de Somos también intento comunicarse con el ilustrador pero tampoco tuvo éxito. El periodista logró probar que las gráficas promocionadas por Hova no eran ciertas, que nunca fueron publicadas en The New Yorker y que incluso había editado fotos para colocar sus trabajos, como en la foto de Liam Gallagher que sostiene una ilustración suya, cuando la fotografía le pertenece a otro artista y llevaba otra obra de arte.
Ante ello, las críticas no se hicieron esperar, diversos personajes y los usuarios comentaron en redes sociales sobre este problema y criticaron la veracidad de los trabajos del artista. Hasta memes se crearon del caso:
Ante esta revelación, Cristhian Hova pidió disculpas por lo sucedido a través de su cuenta de Facebook, donde lamenta haber mentido sobre la proyección de sus trabajos.
Después de unas horas de que Hova admitiera su mentira acerca de las publicaciones de sus trabajos en la revista The New Yorker, el diario El Comercio se disculpó con los lectores en su página web.
Fuente: No hemos entendido nada.
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