Hace poco, Spotify sacó a la luz un preocupante informe donde exponía sus estados financieros del último periodo. Pese a que la marca es una de las más populares cuando se trata de streaming musical, el futuro de la compañía peligra debido a la poca rentabilidad del negocio. Según lo visto, las pérdidas de Spotify aumentaron de $176 millones en 2014 a $194 millones en 2015, lo que nos da un total de pérdidas de $698.1 millones desde su aparición en 2008.
Estos números son increíbles para muchas personas puesto que la popularidad, así como los ingresos de la empresa y el número de usuarios de pago que tienen siguen creciendo cada año. A finales del año pasado, Spotify habían crecido en un 80% registrando una suma de $2.12 mil millones en ingresos y su cantidad de usuarios de pago había alcanzado los 30 millones (el total de usuarios activos de la marca es de 100 millones). Como si eso fuera poco, los pagos que hace la marca por concepto de regalías para los artistas también han crecido un 85% ya que en el 2015 se registró un pago de 1.83 mil millones en royalties.
¿Por qué peligra Spotify, entonces? Lo que pasa es que muchos de los accionistas de la marca son los mismos participantes de grandes sellos discográficos por lo que el dinero termina en sus manos y, al mismo tiempo, estos están incrementando los costos de los permisos para reproducir su música en la plataforma. Los artistas, por su parte, se quejan de que lo que están recibiendo por streaming es cada día menos. Tal parece que la industria se está canibalizando por la ambición de las disqueras.
Mark Mulligan, analista de Midia Research declaró para el Financial Times que “aunque el crecimiento de los ingresos de Spotify es algo positivo, la cuestión fundamental sigue siendo que no es un negocio rentable, y es difícil ver de qué forma llegaría a ser un negocio rentable en el futuro”.