Educación virtual. Pese a que después de dos años de pandemia varias instituciones han retomado la educación presencial, muchas otras continúan impartiendo clases de forma remota.
Algunos dicen que la educación a distancia tiene sus orígenes en 1728, mucho antes de la existencia del internet, cuando el profesor estadounidense Caleb Phillips publicó en un periódico que dictaría cursos privados por correspondencia.
Después, a mediados del siglo XIX, se creó el primer instituto de idiomas por correspondencia: el Institut Toussaint et Langenscheidt, a cargo del francés Charles Toussaint y del profesor alemán Gustav Langenscheidt. Así fueron surgiendo más centros de estudio en Europa y Norteamérica que, a través de correos, brindaban servicios de educación a distancia.
Gracias a la radio se sistematizó este modelo educativo, y a finales del siglo XX, con la llegada del internet, se empezó a extender por el mundo, aunque su auge en América Latina llegó en el 2020 en el marco de las cuarentenas impuestas por la pandemia de coronavirus.
Pese a que después de dos años de pandemia varias instituciones han retomado la educación presencial, muchas otras continúan impartiendo clases de forma remota, pero ¿cuáles son las ventajas y desventajas de este tipo de educación? A continuación, compartimos algunas de ellas.
Ventajas de la educación virtual
Asincronía
Gracias a esta ventaja, los estudiantes pueden decidir el día y la hora más adecuada para dedicarse a las actividades académicas, esto debido a que no necesitan interactuar con el profesor de forma simultánea para aprender.
En este modelo de aprendizaje, el estudiante tiene un rol activo y con sus actitudes, conocimientos y esfuerzo, y junto al docente, puede adquirir nuevos conocimientos.
Autonomía
La virtualidad les ofrece a los estudiantes la capacidad de convertirse en personas autónomas, ya que necesitan disciplina para avanzar en su proceso de aprendizaje. Aunque el objetivo no es que se sientan solos mientras aprenden, sí requieren de actitud para continuar estudiando pese a que el docente no está haciéndoles un seguimiento constante.
Acceso continuo
Gracias a los avances tecnológicos, el conocimiento ya no está en un espacio físico (bibliotecas y universidades), sino que cualquiera puede acceder a documentos y textos académicos desde cualquier parte del mundo y sin salir de casa.
Aunque un tercio de la población mundial no tiene acceso a internet, según la ONU, la tecnología hace posible que más personas tengan acceso a apuntes, ejercicios y documentos que por otros medios no podrían conseguir.
Desarrollo de habilidades digitales
Además de adquirir conocimientos tecnológicos, que en la actualidad son necesarios para desenvolverse satisfactoriamente en cualquier cambio laboral, la educación virtual también ayuda a los estudiantes a desarrollar sus habilidades digitales.
En la actualidad, después de dos años de clases virtuales en el Perú, la mayoría de docentes y estudiantes ya sabe cómo realizar una reunión virtual, emplear recursos como pizarras virtuales, crear juegos interactivos, realizar presentaciones online y más.
Reducción de costos
Trasladarse físicamente a un centro de estudios representa un gasto considerable que afecta los recursos económicos de los estudiantes. En medio de este contexto, la educación virtual reduce este costo que bien puede ser utilizado en otros aspectos como materiales de apoyo, libros y equipos tecnológicos.
Mayores formatos educativos
Apoyados en la virtualidad, los estudiantes tienen acceso a un mayor número de actividades y recursos, por lo que pueden seleccionar los que más se ajusten a su estilo e intereses y emplearlos para potenciar su aprendizaje.
Además, en la medida en que sus habilidades lo permitan, pueden incluso crear sus propios recursos digitales.
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Desventajas la educación virtual
Baja interacción entre profesor y alumno
Muchas de las clases son asíncronas porque priorizan la independencia y la organización de los alumnos. Sin embargo, aunque varias plataformas tienen foros de discusión y organizan webinars o sesiones de preguntas con los maestros, la interacción entre ellos y sus estudiantes continúa teniendo niveles muy bajos en comparación con la educación tradicional. Y esto es una desventaja porque, por ejemplo, los alumnos no pueden resolver dudas en el momento, sino que deben acudir a otro espacio o a otras fuentes para conocerlas.
Poca comunicación entre compañeros
Al igual que ocurre en la comunicación docente/alumno, los estudiantes tampoco pueden establecer lazos de compañerismo entre ellos de la misma forma que en la educación tradicional. En la virtualidad es más complicado discutir sobre algún asunto de manera espontánea, pedir ayuda o simplemente sentirse acompañado en el proceso de aprendizaje.
La realidad es que muchos estudiantes terminan los cursos sin conocer ni haber entablado una conversación amena con sus compañeros. ¿Por qué? Es más fácil ignorar correos, mensajes y hasta publicaciones que pasar por alto un saludo en persona.
Según el filósofo estadounidense Hubert Dreyfus, existen docentes que están convencidos de que el aprendizaje es un “proceso social” que necesita del contacto directo entre los participantes para que funcione asertivamente.
La información sobre el aprendizaje
Aunque es algo similar a lo que sucede con los libros, es importante reconocer que información no es igual que formación. Una educación formativa va más allá de la acumulación de conocimiento, es un concepto multidimensional que abarca actitudes, pensamiento crítico, debates y más. Y, hasta el momento, la educación virtual no ha construido un espacio de conversación propicio para desarrollar estas habilidades.