Mes del orgullo
Pixar confirmó su liderazgo con la película pionera en animación digital (1995), que sigue vigente a día de hoy y acaba de llevarse un Oscar a Mejor Película Animada.
Este domingo, Toy Story 4, la última película de Pixar, se llevó el Oscar a Mejor Película Animada, superando a potentes cintas como Klaus. Esta cinta nos recuerda lo importante que son esas historias que conectan, que hacen sentir, que cautivan al espectador de forma mágica, y qué bien las sabe volver a utilizar Pixar.
El regreso del siempre vigente´Toy Story´ se sintió como ese amigo que vuelve cada cierto tiempo y te hace recordar buenos pasajes de vida. Y la palabra mágica aquí es recordar, y es que ello es lo que evoca el marketing de nostalgia.
Son veinticuatro los años en que la aventura de Woody, Buzz y sus amigos, se mantiene vigente en las pantallas y los corazones de sus seguidores, Disney ha sabido dosificar una excelente historia en cuatro secuelas, una serie de cortos y especiales para televisión.
Para la última entrega, la firma rey del entretenimiento desplegó una exitosa campaña de marketing que tuvo inicio en noviembre de 2018 con un tráiler que ya mostraba al disparejo personaje de Forky, quien es el encargado de desatar la nueva aventura con su llegada al grupo.
Luego se lanzó un segundo tráiler en el que los también nuevos personajes Bunny y Ducky recuerdan algunas de las frases más emblemáticas dichas en las entregas pasadas de Toy Story.
Ambas campañas de lanzamiento tenían la finalidad de dar awareness a la marca que reingresaba al mercado y lograron casi 19 millones de reproducciones en YouTube.
Ya para enero de 2019, Pixar lanzaría una campaña gráfica con los distintos personajes de la película, pero con un tono melancólico, que se reflejaba en los tontos grises y cobre utilizados.
Después, en marzo, llegaría un poster con todo el grupo de juguetes y con ello el primer tráiler donde Woody presenta de manera oficial a Forky ante los ojos expectantes de millones de seguidores de la franquicia.
Pero este tráiler no es uno cualquiera, como señala Carlos Andrés Mendiola, storyteller de marketing, en su columna en Merca2.0, el estudio fue más allá y “reforzó la nostalgia por ver de nuevo otra aventura del grupo de juguetes y planteó, veladamente, el tono existencialista de la película”.
“Por primera vez un personaje es creado o nace en ella, por un niño, de su imaginación, y ello le conlleva (al juguete) una fuerte ansiedad que justamente es la que lo lleva a escapar. Este detalle podrá parecer nimio, pero justamente una de las claves del éxito de Pixar y Disney: la conexión emocional que consiguen a través de tratar un tema universal de manera particular por medio de uno de sus personajes y en esta ocasión no se trata de poca cosa, se trata del propósito en la vida y en serle fiel. Es decir, el juguete no sólo es un objeto de compañía y diversión, es un espejo. Ese tráiler tiene más de 45 millones de views en YouTube”.
Para no fallar en la conversión, la firma sigue sacando pequeñas acciones como más posters para su difusión en vía pública, otro tráiles, anuncios de televisión y alianzas co-branding con McDonald, Chrysler y Clorox.
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¿Cómo hacer para incorporar la nostalgia a una estrategia de marketing?
1. Identifica un vínculo emocional para que lo puedas “revivir”. Busca en los recuerdos de la niñez, pueden ser personas u objetos, ambos podrás introducirlos en tu campaña.
2. Utiliza la estética antigua. Debes respetar la estética original del producto o servicio que estés tratando de evocar, además, debes asegurarte de que esta combine bien con tu marca y sus valores.
4. Que no sea una copia. Tu producto debe presentarse como innovador, pese a que incorporarás un contenido antiguo a tu mensaje.
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